EDAD 50 AÑOS

NACIDO EN VALLADOLID

FORMACION AUTODIDACTA. SU MAESTRO FUE JOSE ANTONIO GALICIA

TRAYECTORIA LLEVA 20 AÑOS EN LA PROFESION ENTRE BARCELONA, MADRID Y CACERES. SU PROYECTO MAS RECIENTE EN GRUPO HA SIDO EL LUSITANIA JAZZ MACHINE

Acaba de tocar su inseparable piano de todos los miércoles en el pub María Mandiles. Hoy a las 23 horas repetirá, con El Lusitania Jazz Machine, en la sala Boccaccio. Es Javier Arroyo, un clásico entre los músicos.

--Parece que ha vuelto al gusto por tocar en locales...

--Nunca lo he dejado, pero trabajar con músicos de fuera crea un problema económico. Siempre me ha gustado.

--¿Cómo está de salud la movida musical cacereña?

--Parece que ahora está resurgiendo volver a hacer música en los bares. Ha habido una época parada. Lo único que funcionaba era el botellón .

--¿Hay alternativas al botellón ?

--Es una consecuencia de la falta de muchas alternativas que necesita la sociedad.

--¿Abriría un local de jazz?

--Ahora mismo no abriría un local porque ya abrí uno para escuchar jazz y acabé harto de problemas con el ayuntamiento.

--¿En qué proyectos trabaja?

--El Lusitania Jazz Machine es el grupo más destacado. Estoy muy satisfecho porque abarca otros terrenos que, con la música, son difíciles de abarcar.

--¿Es más reconocido fuera?

--Para mí la importancia del reconocimiento es cuando me pongo delante de la gente. No me importa dónde esté tocando, sí que le llegue nuestro mensaje.

--Los músicos no tienen sitios de ensayo, ¿también lo sufre?

--Una política progresista implica estas ayudas, pero también que los futuros músicos tengan más resortes para aprender. Es imperdonable que empresarios monten locales y se los cierren.

--¿Qué opina de la política cultural de las instituciones?

--Puede mejorar mucho más. Hacemos bastante más por la cultura con nuestro trabajo.

--Es uno de los imputados por las protestas del 13-M, ¿volvería a hacer lo mismo?

--Hay muchas cosas sucias. Hay un presidente que todos dicen que miente y él nos acusa al resto de mentir. Estamos imputados por supuesto delito electoral cuando lo que hicimos fue exigir la verdad antes de votar. Volvería a hacerlo, claro.