Nació en la ciudad alemana de Leverkusen, su padre era revisor de ferrocarril y su madre, ama de casa. No tardó en aflorar en él un interés inusitado por el arte que lo terminaría convirtiendo en el más importante representante de la vanguardia internacional de todos los tiempos. Este año se ha cumplido el 40 aniversario de la creación de uno de los museos más fascinantes del mundo, creado por el alemán Wolf Vostell en Los Barruecos de Malpartida. Octubre ha sido un mes intenso para este consorcio museístico, con un programa de actos que recuerdan la efeméride y que concluye el próximo domingo a las 12.30 con un espectáculo al que dará vida el bailaor flamenco Jesús Custodio.

Con el sugestivo título ‘Naturaleza = Arte = Vida’, Custodio mezclará la tradición con la vanguardia y lo hará junto a las Peñas del Tesoro, uno de los canchos más imponentes de Los Barruecos donde se encuentra la primera escultura que Vostell levantó a su llegada a Malpartida en 1976, Voaex (Viajes de hormigón por la Alta Extremadura), que muestra un coche enterrado parcialmente bajo un bloque hormigonado, que encofraron malpartideños y que es el mejor exponente de la integración del arte contemporáneo en la naturaleza.

Será una actuación al aire libre que unirá la música, el flamenco, la danza y el teatro, con la participación de la compañía de Custodio y la colaboración de Zahira Gómez, José Miguel Iglesias, José Antonio Cerro, Luis Bravo, Carmen y Fernando Agúndez, Anna Picornell, Jorge Barrantes, Bárbara Alonso, Priscila Álvarez, Laura Nevado y el Aula de Danza de la Universidad de Extremadura.

A su llegada a la entrevista Custodio se muestra, ante todo, emocionado. No es para menos. Juega en casa, en Malpartida, y quizá por eso la responsabilidad es mayor. «Dar vida al legado de Vostell a través del flamenco es algo único», asegura el bailaor, que volverá a hacer arte de su cuerpo, esta vez en un espacio telúrico, único, cargado de energía, que 40 años atrás enamoró a Vostell.

Custodio ha buceado en la obra del alemán, digno representante del hapenning y creador del Movimiento Fluxus. Vostell predijo la decadencia del último tercio del siglo XX, recreó en su obra los horrores del holocausto. Un trabajo muy laborioso el del malpartideño Jesús Custodio, que en este tiempo ha crecido de modo mayestástico y que tendrá el privilegio de poner el broche de oro al homenaje merecido a quien un día dejó Alemania para adentrarse en Los Barruecos, un lugar nada ordinario, más bien extraordinario porque no se parece a nada salvo a sí mismo.