Conoce al detalle la Semana Santa cacereña, disfruta de la profunda valía artística de la imaginería, del entorno monumental, del sentimiento religioso y de todos los momentos relacionados con su propia vida, con su niñez, cuando veía a su padre cargando con el Nazareno en el frío amanecer de los adarves. Jesús María Gómez Flores, magistrado titular del Juzgado número 2 de Cáceres y autor de una intensa labor literaria y cultural (presidente de la Asociación Filatélica y Numismática, director de la revista Norbania ...), ofrecerá el pregón de la Pasión cacereña el 22 de marzo en San Francisco.

--Quienes sienten el mundo cofrade afirman que el pregón es la mayor responsabilidad, una tarea dura que se prolonga durante meses....

--Lo primero que sentí al saberlo hace un año fue un profundo honor, porque las hermandades me han confiado la representación de una Semana Santa de Interés Internacional. En segundo lugar me supuso una gran satisfacción personal, ya había sido pregonero de la Virgen de la Montaña en 2008 y sabía lo que entrañaba. Todo ello esto me llevó a un tercer elemento, la responsabilidad, por eso comencé a preparar el pregón durante la pasada Semana Santa, me la planteé de forma distinta, viví muchas experiencias, muchos momentos, participé en numerosas cofradías... A día de hoy, aunque el trabajo está terminado, sigo releyendo, cambiando palabras, ajustando párrafos...

--Debe resultar muy difícil innovar en el pregón, encontrar un nuevo enfoque, hablamos de una tradición de siglos...

--No me lo he planteado así, en realidad trato de aunar tres elementos: es un pregón literario de la primera a la última palabra; es un pregón cacereño porque hablo de las cofradías y las imágenes de la ciudad; y es un pregón litúrgico, elemento que supone el hilo conductor de todo. Realmente voy a contar la Semana Santa de Cáceres, lo que pasa en ella desde el punto de vista del cofrade y del poeta. Voy a transmitir al público lo que siento como espectador privilegiado desde dentro, lo que vivo, por eso he querido hacer un pregón para que lo entienda tanto el creyente como el no creyente. Y en todo ello me acompañará la Banda Sinfónica de Diputación.

--Tiene sensaciones que contar... ¿En qué cofradías pertenece?

--Nada más nacer, mi padre me apuntó al Nazareno y a la Virgen de la Montaña, y luego a los Estudiantes porque era alumno del San Antonio. Más tarde me inscribí en la Veracruz, a la que tengo un cariño especial; a los Ramos, en la que llevo la medalla de mi padre; a las Batallas, cuando se refundó hace tres décadas; al Humilladero, que siento muy cercana en mi trabajo; y por supuesto al Cristo Negro, al que me une un nexo muy fuerte. Al resto de las hermandades les tengo muchísimo aprecio pero no podría pertenecer a todas. Por eso me siento tan satisfecho de ser pregonero y representar a cada una de ellas.

--Se ha escuchado su nombre para ciertos cargos pero, aparte de vicemayordomo del Cristo Negro, da la sensación de que no quiere dar el paso...

--El aspecto administrativo de las cofradías no me atrae y además mi trabajo me limita.

--¿Cuáles son sus momentos especiales en la Pasión cacereña?

--Son muchos y gracias a ellos la Semana Santa de Cáceres merece estar donde está. Si hay que elegir, sin que suponga agravios, tengo que mencionar el inicio de la procesión del Cristo Negro, cuando la imagen sale de las entrañas del Medievo. También la salida de la Esperanza con esa cara de niña tan representativa que también tienen por ejemplo Nuestra Señora del Sagrario, la Virgen de la Estrella o la Virgen del Dulce Nombre. Destacar la salida del Nazareno de madrugada, que hiela la sangre; o el discurrir encantador de la mañana del Domingo de Ramos; o el acercamiento entre el Resucitado y la Alegría el Domingo de Resurrección; o la salida de María Corredentora a hombros de las mujeres que acaban de recibir una distinción. Todas las cofradías tienen un encanto, incluido el elemento del costal que quizás no hemos vivido antes en Cáceres, pero debemos estar abiertos al enriquecimiento de nuestras tradiciones. Jesús Condenado también ha supuesto una iconografía única, más realista, y todo, insisto, tiene su encanto.

--¿Le falta valoración a la imaginería cacereña?

--Sí, debería estar más reconocida. Es cierto que existen muchos pasos del siglo XX en adelante, dentro de los que hay además imágenes muy destacadas, pero Cáceres tiene tallas antiguas difíciles de igualar en valía, como el Nazareno, el Cristo de las Indulgencias, el Cristo Negro, el Cristo del Humilladero, el Cristo de la Expiración, el Cristo de la Buena Muerte, el Cristo del Calvario, imágenes marianas como la Soledad, la Caridad, María Santísima de los Dolores... No puedo mencionar todos, pero tenemos un gran patrimonio.

--¿Qué le falta a la Pasión?

--Más hermanos de escolta para dar un mayor hilo de continuidad a los pasos. Pero ante todo y sobre todo, me gustaría destacar el mérito de los hermanos que sacan tantas imágenes.

--Le han reelegido presidente de la Asociación Filatélica y Numismática, y existe un proyecto con las cofradías...

--Sí, el 17 de marzo daremos a conocer los nuevos sellos que ilustran los pasos de la Semana Santa cacereña, hasta completarlos todos. Este año serán el Cristo del Amor, Cristo del Amparo, Cristo de las Batallas, María Corredentora, La Burrina y la Soledad, además de un matasellos con la imagen de Jesús Condenado, que ilustra el cartel de la Pasión 2015.