--Se constituyen hace apenas tres meses. ¿Por qué surge esta asociación?

--Porque Extremadura es la única comunidad autónoma que no tiene una asociación sobre custodia compartida, sobre los derechos que han de tener los niños tras una separación o un divorcio. De hecho, Extremadura es la penúltima región de España en custodias compartidas, con un 10,5% sobre una media nacional del 21,3%, y Cáceres es la penúltima provincia del país, con un 8,6 % frente al 21,3 % nacional.

--¿Con cuántos socios cuentan en la actualidad?

--Hasta el momento tenemos 45 afiliados que no pagan cuota ninguna, aunque más adelante estableceremos una aportación simbólica, tal y como hacen la mayoría de colectivos.

--¿Qué función realizan?

--Nuestro objetivo es buscar el bienestar del menor a través del mantenimiento de la figura paterna y materna. Asesoramos a cualquier persona afectada por situaciones de esta índole. Tras una separación, la mayoría de los niños pierden la figura paterna, que pasa a ser un mero visitador. Está demostrado, repasando los estudios psicológicos que existen en España y alrededores, que lo más beneficioso para los niños es una custodia compartida. Si esto es lo más beneficioso y por ahora las leyes no lo están dando, ¿hasta qué punto se está buscando el bienestar del menor? Algo falla en el sistema.

--¿Qué han conseguido hasta el momento?

--En el poco tiempo que llevamos hemos logrado que se plantease en el ayuntamiento una moción sobre custodia compartida y hemos instado a la Junta de Extremadura para que haga una propuesta de pronunciamiento al Estado para que legisle en este sentido ya que Extremadura no cuenta con Derecho Foral, con el objetivo ponernos al nivel de comunidades autónomas que cuentan con legislación sobre custodia compartida como Cataluña, Valencia o Aragón, en las que se parte de una situación de igualdad.

--¿Un niño con escasez de contacto paterno o materno puede ser víctima en el futuro de algún tipo de trastorno?

--Estadísticamente, los niños que tienen padres separados suelen desarrollar muchísimas más patologías a medio y largo plazo que los niños que tienen más presente la figura tanto del padre como de la madre a lo largo de su vida.

--¿Son los niños los únicos afectados en estas situaciones?

--No, hay muchas más personas que pueden resultar afectadas: abuelos, hermanos, segundas parejas... Todo lo que es el entorno familiar y nosotros trabajamos con todas éstas personas.

--¿Qué tipo de casos son los más frecuentes?

--La mayor parte de los problemas que nos encontramos vienen de que hay muchos padres a los que esta situación les llega por sorpresa y es muy difícil de gestionar. Hay personas que, tras una separación, tienen que dejar la vivienda, seguir pagando la hipoteca de la misma aunque ya no vivan ahí, pasar una manutención y pagar un alquiler de su nuevo hogar, con lo que no queda dinero prácticamente para nada. De hecho, el 80% de los nuevos pobres o personas que están entrando en el umbral de pobreza son padres separados.

--¿Tienen voz estos padres en la toma de decisiones sobre sus hijos?

--Hay padres que tienen muy difícil acceso a temas de sanidad o educación de sus hijos cuando, por regla general en España, la patria potestad es compartida por ambos padres. Lo que pasa es que hay un gran desconocimiento en centros escolares y de salud, con lo cual a los padres se les está cohibiendo el deber y el derecho sobre sus propios hijos.