La cofradía de Los Estudiantes nació hace 58 años. Ahora, tras las primeras elecciones celebradas, José Manuel Caballero (Cáceres, 5/12/1955) será el cuarto mayordomo de la hermandad durante los próximos cinco años.

-¿Cómo afronta esta etapa al frente de Los Estudiantes?

-Con mucha responsabilidad. El desempeño del cargo de mayordomo es siempre referente en una cofradía. He procurado rodearme de veteranía y juventud para que se vayan preparando los jóvenes.

-¿Desde cuándo pertenece a la hermandad?

-Llevo 50 años en la cofradía. Empecé con Jesús Asunción, que en paz descanse. Estuve 20 años como vocal y luego cinco años como Hermano Mayor.

-¿Qué retos tiene por delante la cofradía a medio-largo plazo?

-Fundamentalmente tres. La espiritualidad, buscando puntos de encuentro con nuestros hermanos, celebraciones litúrgicas cada tres meses, retiros espirituales en El Palancar… evangelizar los 365 días del año; la formación a través de las aulas franciscanas, actividad enfocada a jóvenes entre 15 y 25 años, con un enfoque religioso-cultural sin descuidar el ocio, con el objetivo de realizar talleres de pintura, deporte, teatro, voluntariado, informática…; y, por último, la caridad-obra social, ya que destinamos el 50% de nuestro presupuesto, que es muy poquito, para acciones sociales.

-¿Qué novedades pueden llegar a Los Estudiantes?

-Queremos reformar la capilla del Cristo, que está un poco deteriorada, y desarrollar una talla de una Virgen, previa aprobación de la asamblea general de hermanos. Estamos pendientes de la autorización de la Comunidad Franciscana para depositar la virgen en sus dependencias y luego de los hermanos. Sería el cambio más importante de la cofradía desde su fundación.

-¿Su mejor recuerdo de la Semana Santa?

-Para mí hay dos capitales que son los capuchones y las mantillas. Cuando de pequeñito me llevaban mis padres a ver las procesiones me quedaron grabadas esas filas de capuchones y las mantillas.

-¿Qué hace especial la pasión cacereña?

-La manera de procesionar que tenemos todas las hermandades: silencio y recogimiento. Últimamente nos están colonizando comportamientos que no son propios de Cáceres, como aplaudir, jalear a los pasos… Yo no lo he vivido nunca, no es autóctono. Aquí lo que la hace única es el respeto, el recogimiento y la saeta.

-¿Qué faltaría para crecer?

-Interiormente creceríamos centrándonos más en ser mejores cristianos. Cuando sacamos un paso no vamos a lucir tallas, vamos a evangelizar. Y exteriormente, disponiendo de medios económicos para engalanar y mejorar las distintas cofradías.