NACIDO EN ZAFRA, 1978.

TRAYECTORIA EL GRUPO SE FORMO EN EL AÑO 2002 Y YA HA GRABADO DOS DISCOS: EL PRIMERO, TITULADO ´ERES BUENA GENTE´, DEL 2007, Y EL SEGUNDO, DEL 2009, ´INCREIBLE PERO CIERTO´. HAN SIDO AUTOEDITADOS PORQUE LA BANDA HA OPTADO POR NO TENER DISCOGRAFICA.

Tras haber completado ya una quincena de conciertos de la gira de su nuevo disco, El Desván del Duende vuelve mañana al Gran Teatro para presentar Increíble pero cierto dentro de la programación del XXIX Otoño Musical. Aún quedan entradas.

--Bienvenidos a casa...

--Este espectáculo es el mejor de las tres giras que ha hecho el grupo. Nunca ha sido tan completo, no solo en lo musical sino también en lo visual, escenográfico y en el número de artistas que se suben con nosotros al escenario.

--¿ Increíble pero cierto tiene que ver con el sueño musical cumplido por El Desván?

--Es increíble que un grupo como nosotros, que empezó haciendo música por diversión, sigamos juntos, las mismas personas y con un proyecto autogestionado, autopromovido y sin discográfica. Eso es increíble, pero es cierto porque lo estamos consiguiendo.

--¿Qué les mantiene?

--La ilusión. Si se perdiese eso, perderíamos las ganas de aprender y de expresarnos con una voz más propia, una forma más personal de hacer música, no solo en los mensajes sino también en los estilos. Queremos ir hacia un sonido más desvanero, más propio y más personal con cada uno de los temas nuevos que componemos.

--¿Qué diferencia este disco del anterior en directo?

--Es más tranquilo, menos explosivo y con un repertorio más maduro. Antes hablábamos de nosotros mismos y ahora intentamos hablar más de la gente y de temas más sociales. Que sea menos explosivo no quiere decir que sea menos divertido. Hemos introducido percusión latina y saxo y hemos dado un paso más en los arreglos musicales.

--¿En qué ha crecido el grupo?

--Sobre todo en convicción. Por suerte, esa convicción de saber que lo hacemos es un mensaje y puede llegar a la gente ha ido creciendo y esto es difícil que pase. Hemos visto a muchos grupos que empezaron con nosotros y que ya no están. Ha crecido la amistad y la fuerza que nos unen no solo como compañeros sino también como amigos.

--¿De qué temas hay que cantarle a los espectadores?

--No nos planteamos cantar sobre esto o aquello. Chico Caña, de Mártires del Compás y uno de nuestros referentes para escribir canciones, nos ha dicho que sus discos son como periódicos cantados e intenta que la actualidad esté en ellos. Nosotros también lo intentamos, pero de forma más reflexiva. Cantamos de lo que nos toca a nosotros como creadores. Nos interesan no solo las personas en grupo o la música para pasarlo bien, sino también para remover cosas dentro de cada uno.

--Escribió la letra de Macetas de colores , considerado el himno del 2016. ¿Les gustaría cantarla en un acto de la candidatura?

--Queremos zanjar este tema por el bien del grupo y de la canción, que está siendo alienada con este batiburrillo político, oficioso, oficial e hímnico, algo que no era la canción en sus orígenes. Es una más de nuestro disco, que se ofreció a la gente de Cáceres y que no se pensó nunca para Cáceres 2016. Fue Cáceres 2016 la que luego se apropió de los resultados que había tenido entre la gente. ¿Por qué? No lo sé. No es mejor que otras. Participaban Los Delinqüentes y sonó mucho. Fue algo recíproco. El Desván apoyó a la causa sin comerlo ni beberlo y la causa nos apoyó sin que le pidiésemos ayuda. Fue así. Donde vamos, la cantamos siempre con la misma alegría y orgullo y porque sirve para sacar fuera de aquí una forma de entender la extremeñidad. ¿Cantarla? Nosotros encantados. Nunca se nos ha propuesto nada, ni un solo acto oficial o vinculado al 2016. El anterior gobierno del PP nos prometió una ayuda a la creación que tardó tiempo en pagar, pero se pagó. Fue mínima pero nos ayudó. Desde que está el PSOE no existe relación, ni buena ni mala. Nos reunimos una vez con Felipe Vela. Muchas palabras y nada.

--¿Con qué imagen se queda de todas las vividas en la gira?

-Hemos pasado por Salamanca, Toledo, Murcia, Pamplona o Valladolid, pero me quedo con el concierto en Madrid. Llenamos la sala Heineken, algo que pocos grupos extremeños han conseguido, con público de muchos puntos de España. Nos hemos dado cuenta por primera vez de que llegamos a más gente de la que pensamos.