José Manuel González es la cabeza visible de la patronal cacereña, la organización que representa a la mayoría de empresas de la provincia excepto Plasencia. No en vano ha dirigido el rumbo de esta agrupación durante 20 de sus 25 años de historia. En diciembre fue reelegido para otros 4 años.

--¿Qué balance puede hacer de este tiempo al frente de la federación?

--Ciñéndome a los últimos 4 años, ya que condensar 20 es muy difícil, puedo decir que la organización ha consolidado su implantación en la provincia. Tenemos ya oficinas en Miajadas, Navalmoral, Moraleja, Madroñera, Trujillo y Jaraíz y hemos aumentado casi un 25% el número de asociaciones miembros. Rondamos los 6.000 u 8.000 empresarios asociados. Yo lo valoro como un crecimiento espectacular, más en una provincia en la que la cultura asociativa es muy baja.

--¿Cuál es el estado de salud del tejido empresarial cacereño?

--Es un cuerpo sano, pero tiene muchas cosas por desarrollar todavía. Creo que el empresario tiene capacidades y creatividad, pero sigue habiendo muchos obstáculos, como la maraña burocrática de legalidades que deberían simplificarse.

--¿Algunos específicos de esta provincia?

--Las comunicaciones. Hoy todavía no tenemos las que merecemos y necesitamos como ciudadanos y empresarios para dar salida a nuestros productos y atraer inversiones. Están marcadas las pautas, pero vamos a tardar en tenerlas. También la formación, de empresarios y trabajadores, para que se adapten a cada circunstancia del mercado.

--¿Cree que se discrimina a Cáceres en materia de comunicaciones?

--Pienso que los cacereños somos demasiado buena gente y demasiado conformistas. Lo que le está pasando a Cáceres, como la única capital de provincia que no está conectada por autovía, es algo que esta ciudad no merece. Sí que un Gobierno le de las mismas oportunidades para que se desarrolle. Llevamos reclamando la autovía Cáceres-Trujillo, también la de Cáceres-Badajoz y el tren de alta velocidad, que creo que en el 2010 no estará. Yo pediría al Gobierno que fuera solidario con esta provincia y nos facilitara la igualdad de herramientas para poder trabajar empresarios y trabajadores.

--El 2006 ha traído una novedad polémica: la prohibición total de fumar en las empresas. ¿Cómo valora la implantación de esta medida?

--Será una medida de difícil cumplimiento, porque entra en debate la libertad de la persona. Echo de menos que a los empresarios que pueden favorecer los objetivos del Gobierno de mejorar la salud del ciudadano, como es la hostelería, no se les apoye de alguna manera, con exención de impuestos u otra mejora.

--La Cámara de Comercio celebra este año elecciones. ¿Habrá pacto entre las federaciones cacereñas y placentinas para concurrir con un solo candidato?

--Nosotros siempre estamos abiertos a un posible pacto con los que deben ser nuestros aliados naturales en este tema. Así lo planteamos en el 2002 aunque no llegamos a ningún tipo de acuerdo. Ahora también hemos brindado esa posibilidad, pero tengo la impresión de que la patronal de Plasencia no está por la labor y, por las gestiones que hemos hecho, van a hacer la lucha por su cuenta.

--¿Se sabe quien será el candidato por la federación cacereña?

--Aún no se ha decidido nada al respecto, ni sobre la lista ni sobre quién la encabezará.

--La Waechtersbach cierra y envía al paro a casi 90 trabajadores. ¿La ciudad puede permitirse este tipo de pérdidas? ¿Cree que se hubiera podido salvar la fábrica?

--Cáceres no se puede permitir estas pérdidas, lo que pasa es que tampoco puede hacer las cosas a cualquier precio. No soy partidario de la implicación directa de las instituciones porque se crea una competencia distinta, aunque nadie quiera que 80 o 90 personas se vayan a la calle. El problema quizás se hubiera resuelto readaptando a esas personas a otros puestos, que a lo mejor en eso sí tienen mucho que hacer las instituciones.

--El Corte Inglés, nuevos centros comerciales... ¿Se puede absorber esa nueva oferta comercial?

--La pregunta la haría al contrario: ¿esas empresas van a poder sobrevivir con esas inversiones tan fuertes? ¿el consumo da para tanto? Creo que hoy las empresas tienen medios para estudiar todo ese efecto, su viabilidad y beneficio. Del consumidor, tengo algunas dudas de que dé para tanto. Siempre hemos sido un poco incrédulos ante la implantación de nuevas superficies comerciales y la realidad es que la ciudad lo ha ido asumiendo, aunque eso fuerza la desaparición de pequeños negocios.

--El ayuntamiento diseña la ciudad del futuro con la revisión inminente del PGOU. Se ha insinuado que algunas recalificaciones pueden favorecer intereses del sector inmobiliario. ¿Qué opina usted?

--No puedo hablar institucionalmente de temas oscuros de los que no tengo pruebas. Sí puedo decir que me parece una reorientación de la vida y del crecimiento de esta ciudad casi traumática. Hablar de una ciudad para los próximos 50 años, estudiarlo escasamente en 20 o 24 meses y dar un mes para que digamos algo los ciudadanos, me parece que es ir muy deprisa. Los ciudadanos tienen derecho a participar en lo que va a ser su ciudad del próximo medio siglo y no parece que eso se haya producido. Tengo la esperanza de que parte de eso se corrija por la vía de las alegaciones y que se piense en una ciudad más de todos, no esa ciudad ideal que han imaginado unos pocos.

--¿Cómo ve esa ciudad que se está planeando?

--Irreal. Plantear una ciudad que triplica los habitantes, conociendo la trayectoria que ha tenido, me parece desproporcionado y más hacer planteamientos con un horizonte de 50 años. Creo que la ciudad se debe ir adaptando de forma más comedida.

--¿Y el Cáceres 2016?

--Muy difícil, es una empresa muy competitiva y echo en falta una mayor implicación de sectores sociales y económicos.

--Suele iniciarse un nuevo año con una lista de propósitos. ¿Cuál es la suya?

--Institucionalmente, seguir consolidando la organización y convenciendo a los empresarios de la importancia de unirse. En lo personal, tener salud para trabajar, porque así es como me realizo, y andar más.