Ningún trabajador del centro de menores Julián Murillo ha cometido maltrato. Así lo ha resuelto la titular del Juzgado número 1 de la ciudad, María José Javato --el proceso lo inició el fallecido Federico Alba--, que el pasado día 11 celebró el juicio contra las dos únicas trabajadoras que aún seguían imputadas por la causa que abrió la Fiscalía en septiembre del 2008 tras las denuncias de otros trabajadores del centro infantil.

Ya el pasado 25 de septiembre este diario informaba de que la juez no había visto indicio de delito de malos tratos en las actuaciones de ninguno de los siete cuidadores --cinco mujeres y dos hombres-- que habían sido denunciados, acusados de maltratar a algunos de los pequeños acogidos en este centro de la Junta, y acordaba el archivo de la causa abierta contra todos ellos.

No obstante, sí había apreciado en la actuación de dos de las cuidadoras una posible falta de lesiones, o maltrato, que fue por las que el pasado día 11 fueron juzgadas. Pero también en este caso las dos han resultado absueltas.

Todos los trabajadores que en su día fueron denunciados, los siete, han defendido desde un principio su inocencia, negado todos los hechos que se les imputaban --desde maltrato psicológico a los niños hasta agresiones leves, como las causadas a los menores con bofetadas, empujones o zarandeos--, pero no ha sido hasta ahora, casi un año y medio después de que fueran acusados, cuando todos ellos quedan libres de toda sospecha.

La juez resolvió hace dos meses que ninguno cometió delito de maltratao y ahora, en base a las pruebas y testimonios, y ante "las enormes contradicciones" de las denunciantes, absuelve a las dos cuidadoras que aún seguían acusadas de una falta.