Tras sufrir un accidente laboral en su puesto de trabajo --era reponedor en el centro comercial Carrefour-- Miguel Angel D. H. consiguió hace dos años la incapacidad permanente total, invalidez que ahora, por resolución judicial, perderá debido, entre otras pruebas, a haber sido sorprendido jugando al fútbol.

Fue el 8 de diciembre del 2004 cuando el trabajador demandado sufrió el accidente, se cayó de una escalera y se fracturó los dos brazos. Solicitó la declaración de invalidez y el INSS le declaró "afecto de IPT (incapacidad permanente total)". Pero la Mutua Universal Mugenat, con la que tenía asegurada la cobertura la empresa Centros Comerciales Carrefour, en desacuerdo, y ante las sospechas de que simulaba sus limitaciones, recurrió a la Justicia, que le ha dado la razón.

El magistrado del Juzgado de lo Social ha estimado la demanda de la mutua y declarado al trabajador "afecto de lesiones permanentes no invalidantes derivadas de accidente de trabajo". Reconoce las lesiones causadas por el accidente, pero no que éstas le invaliden para el trabajo.

Para dictar su sentencia el juez ha tenido en cuenta, así se recoge en la sentencia, el informe del perito de la mutua y los resultados de las pruebas científicas, que evidencian que "el accidentado está esencialmente recuperado"; así como el informe y la grabación aportada por el detective contratado por la mutua, "que muestran a una persona sana y recuperada jugando al fútbol y, nada menos, que de portero, utilizando ambos brazos para coger y botar el balón y también para columpiarse en el larguero y para hacer flexiones". El juez concluye que si el trabajador puede hacer tal tarea, "es más que patente que puede cumplir con su obligaciones laborales de reponedor".