Los vecinos del Junquillo presentaron ayer 1.100 firmas en el ayuntamiento contra la construcción de un punto limpio en la barriada. En concreto la instalación estará ubicada en una parcela municipal entre las calles Dalia y Amapola, junto a la carretera nacional N-521. Las firmas las han conseguido en tres días, a través de la plataforma on line ‘Change.org’ y a pie de calle. Y es que los residentes están en contra de esta infraestructura en el barrio y sobre todo, porque la decisión se ha tomado sin contar con su opinión.

A pesar de las firmas recogidas que muestran el rechazo de los vecinos el ayuntamiento no da marcha atrás y el punto limpio se quedará allí. Los residentes querían que se paralizaran las obras a la espera de llegar a un acuerdo, pero no lo han logrado. Los trabajos, que comenzaron la semana pasada, continúan.

Los afectados habían solicitado una reunión con el consistorio para acercar posturas. Tras varias peticiones fueron recibidos ayer por la concejala de Medioambiente, Infraestructuras Estratégicas y Servicios Públicos, Montaña Jiménez, y técnicos municipales. Durante el encuentro la edil explicó a los vecinos que lo que se pretende con estos puntos limpios -se van a construir otros tres en Mejostilla, Valdesalor y Llopis Ivorra- es que sirva para la acumulación de residuos de obras menores. «El objetivo es que exista un lugar en el que depositar los elementos de esos trabajos (ladrillos, azulejos, plaquetas, ...) para que, posteriormente, el ayuntamiento se ocupe de su tratamiento, cuidando así nuestro entorno y evitando que se depositen restos en lugares no autorizados», les indicó la concejala.

Jiménez insistió además en que «no se trata de escombreras», sino de puntos de acopio que luego el propio ayuntamiento se encarga de tratar. Y recordó que la infraestructura contará con medidas para que no produzca impacto visual ni en el barrio ni en el entorno, como es el ajardinamiento.

VENTA DE PISOS / Precisamente uno de los asuntos que más preocupa a los vecinos es el impacto que pueda tener para la futura venta de pisos -actualmente se ejecuta una nueva promoción en unos terrenos de la barriada-.

Asimismo los afectados pidieron una explicación a porqué se decidió trasladar la escombrera de Macondo -emplazamiento elegido en primer lugar- al Junquillo. Se muestran descontentos porque la decisión ha sido unilateral y no ha contado con el apoyo de los residentes de la zona. En este sentido la concejala de Medioambiente volvió a insistir en que la actual parcela cumple con los requisitos técnicos necesarios. Así, Montaña Jiménez aclaró que se ubicará en esa superficie «por proximidad a las vías de comunicación, por ser una parcela municipal y por estar en el camino de la antigua zona de depósitos de residuos de la Labradora». De la parcela de Macondo se desistió porque contaba con problemas a la hora de tener que ejecutar el movimiento de tierras, aclaró.

Los vecinos valoran el encuentro, aunque no se sienten satisfechos porque la escombrera continuará en su barrio. Su mayor preocupación es que el punto de acopio acabe convirtiéndose en un basurero si no existe la vigilancia suficiente como para controlar los vertidos. Han solicitado al ayuntamiento que les facilite los informes técnicos para analizar la ubicación y las condiciones técnicas de la instalación. «Dicen que no será algo permanente, si no que si en algún momento ahí se proyectaran pisos se la llevarían a otro lado», indicó José Alberto Iglesias, miembro de la asociación de vecinos del Junquillo que ayer asistió a la reunión.

El colectivo vecinal trasladó su enfado también porque se vaya a construir en el barrio un punto limpio y no se hayan solucionado las deficiencias que existen en el mismo. Los vecinos aprovecharon la reunión para trasladarle a la concejala la necesidad de construir una nueva entrada para los vecinos del edificio de Ferrovial, así como la ejecución de una glorieta entre las calles Dalia y Amapola y una zona de sombra en el parque de la barriada.

la oposicIÓN / Los tres grupos de la oposición en el ayuntamiento (PSOE, Ciudadanos y CáceresTú) han mostrado también su rechazo a que el punto limpio se ubique en El Junquillo. De hecho ayer los concejales socialistas Andrés Licerán y Susana Bermejo acompañaron a los vecinos del barrio a entregar las firmas en el registro. Los ediles recordaron que no coinciden en el criterio técnico «porque la han colocado en una entrada de Cáceres, visible desde una rotonda, con el impacto que eso puede tener» y recordaron que las cuatro escombreras se sitúan en barrios en los que ganó el PSOE las elecciones municipales. En este sentido ayer el equipo de gobierno acusó a los socialistas «de buscar la división y la confrontación de los barrios» porque, tal y como aclaró el equipo de Elena Nevado, para ellos «todos los barrios son de primera».