El Junquillo, Cáceres el Viejo, Montesol II, Valdesalor y Rincón de Ballesteros son cinco de los barrios más afectados por los cambios en el servicio del autobús, que entrarán en vigor este viernes.

La modificación más destacada es la creación de una línea nueva, la 10, que cubrirá el trayecto entre Hernán Cortés, Montesol II y Cáceres el Viejo. Su puesta en marcha obligará a suprimir las tres paradas que hasta ahora existen en Cáceres el Viejo y a colocar una única en la avenida de los Cuatro Lugares.

El autobús accederá ahora al barrio por el nuevo vial de acceso. Los vecinos muestran su rechazo a la medida. "Tener una sola parada en un barrio como el nuestro no se puede permitir. Cuando anunciaron los cambios pedimos que pusieran otra en la piscina, pero no nos han tenido en cuenta", explica el presidente de la Asociación de Vecinos Urbanización Residencial Cáceres el Viejo, Joaquín Regadera.

Los residentes de esta barriada critican también que el único autobús que les une con el centro de la ciudad pare solamente en Hernán Cortés. "Ahora llega a la zona de Eroski y a Múltiples. ¡Qué mínimo que pare en la Cruz de los Caídos!", se queja el presidente.

También con la creación de la línea 10 el bus se acercará por primera vez a Montesol II, aunque no recorrerá la barriada, sino que parará fuera, en una marquesina a 100 metros de las primeras casas. Para los residentes no es suficiente.

Por otro lado, la línea 9 dejará de cubrir el trayecto de Cáceres el Viejo, Mejostilla, Montesol y Gredos (lo hará la línea 10) para dar cobertura a Macondo, Castellanos, Junquillo, Cabezarrubia y Perú. En el Junquillo la parada instalada se encuentra fuera del barrio, en la carretera de Malpartida de Cáceres.

PROPUESTAS VECINALES "Propusimos que trasladaran esa parada a la primera rotonda que hay en el barrio, detrás del edificio Las Adelfas. En el barrio hay personas con movilidad reducida a las que les es imposible desplazarse desde su casa hasta la parada", indica el presidente vecinal, Carlos Luengo. Otra de las propuestas fue construir una rotonda en la calle Dalia y colocar la marquesina allí. Las peticiones no se han atendido.

Valdesalor y Rincón de Ballesteros, las dos pedanías de Cáceres, también se ven afectadas por los cambios. En el primer caso se reducirán a tres los servicios de la línea 40 (ahora hay cinco). "Nos afecta muchísimo, sobre todo a la gente que va a trabajar a Cáceres porque ahora no le cuadran los horarios", asegura la presidenta de las amas de casa, Josefa Bazaga.

A Rincón de Ballesteros el bus llegará los lunes, miércoles y viernes no festivos, siempre que el servicio sea solicitado como mínimo por dos personas con anterioridad. "Es una vergüenza, nosotros pagamos impuestos y no tenemos la culpa de estar a 50 kilómetros de Cáceres. Que nos descuenten el dinero de la llamada en el coste del billete", se queja Calixto Carrasco.