El consejero de Urbanismo de la Junta, Javier Corominas, ha aprobado definitivamente la modificación del Plan General de Ordenación Urbana en la Ribera del Marco. La principal consecuencia de este cambio es un aumento en la densidad de edificación, que de 33 viviendas por hectárea sube a 56, lo que supone pasar de 634 a 804 pisos que estarán repartidos entre la Ribera, junto a la ronda de San Francisco, y el Espíritu Santo. También se varían parámetros de altura y ocupación de las edificaciones y se reduce en 3,9 hectáreas la superficie afectada por esta actuación, que es, junto al poblado minero, la más importante que todavía queda por desarrollar en suelo urbano.

En otros asuntos, el ayuntamiento acordó ayer que se estudie la inclusión en la revisión del plan general de un cambio de uso para hacer una residencia y geriátrico en el local que ocuparon los juzgados.