La Junta de Extremadura defendió ayer la "celeridad" con la que actuaron los servicios del Plan Infoex y el Centro de Urgencias y Emergencias 112 frente a las críticas que vertieron en este mismo diario personas que resultaron afectadas por el incendio que se desencadenó esta semana en Los Llanos de Cáceres.

En un comunicado, el gobierno autonómico quiso matizar que la primera llamada que recibió el 112 sobre estos hechos se produjo a las 11.43 horas del 30 de junio y que "tan sólo dos minutos después" fueron alertados los servicios de extinción de incendios forestales del Infoex.

Dijo que "con ocasión de este incendio", de amplio frente, el 112 recibió durante toda la tarde del miércoles "numerosas llamadas de ciudadanos alertando del mismo, si bien ya estaban actuando los servicios de extinción". Aseguró que todos los avisos se atendieron y gestionaron "con la mayor diligencia, no produciéndose demora alguna".

Insistió asimismo en que los medios y recursos utilizados, entre los que se cuentan también los bomberos del Sepei, intervinieron "con la mayor celeridad posible, realizando un trabajo rápido, eficaz y coordinado para conseguir que se produzca el menor daño posible".

CAUSAS Y EFECTOS La Junta subrayó que el fuego se debió a la chispa de un soldador y que se desarrolló con gran virulencia. El avance del incendio "fue muy rápido, con una velocidad media de dos kilómetros por hora, apareciendo en ocasiones picos muy superiores de velocidad".

Dijo que ardieron pastos y cereales de secano, "cuya regeneración es muy rápida". Añadió que el personal de extinción "vio dificultada su labor por puertas de fincas cerradas con candados, no existir caminos interiores y, en general, ausencia de una infraestructura defensiva contra incendios". Todo ello, según la Junta, provocó que la superficie quemada sea de 4.370 hectáreas.