La Junta deniega la mitad de las solicitudes presentadas por locales de la ciudad para poder ofrecer conciertos con permisos extraordinarios en marzo. La Secretaría General de Administración Pública e Interior, dependiente de la Consejería de Administración Pública y Hacienda, informó ayer a este diario que, de las 15 peticiones presentadas, 13 han sido ya resueltas: cinco con resultado favorable y ocho negativo, por no cumplir los requisitos o llegar fuera de plazo, sin detallar los solicitantes. Aún quedan dos por resolver, según estas mismas fuentes, que confirmaron que para abril se han presentado otras cuatro solicitudes, también aún por tramitar.

El listado de locales autorizados incluye al Corral de las Cigüeñas, en la parte antigua, para la actuación de Spanglish del pasado 1 de marzo; Mistura Brasileira, en Pizarro, los días 6 y 27 para los conciertos de Tangran y Kiriko, y la sala Barroco, en la Madrila, los días 13 y 28, para Pepperwish y Alfalfadores.

Todas las autorizaciones, a excepción de la del Corral, afectan al festival Extremeña Sonora, que tiene previsto ofrecer 18 conciertos en diferentes salas de la ciudad hasta el 11 de abril. Para este mes, ha anunciado que tiene fechas cerradas en la discoteca Cámeron (día 14), el pub Submarino (días 15 y 28), la cafetería del Gran Teatro (día 14) y el Corral de las Cigüeñas (día 29). Gonzalo Gil, de la sala Submarino, aseguró ayer que aún no han recibido comunicación alguna y Luis García, del Corral, indicó que está a la espera de completar la documentación requerida. Cámeron afirmó que no ha tenido que solicitar permisos al disponer de licencia de discoteca.

Al igual que ocurre con los permisos para las fiestas de Nochevieja, los establecimientos solicitantes pueden utilizar la vía legal de una orden autonómica del año 1999 que regula la concesión de autorizaciones, con carácter extraordinario, para celebrar espectáculos y actividades recreativas no amparadas por la licencia municipal de apertura que se les haya otorgado. Entre otras obligaciones fijadas por la norma, los organizadores deben cumplir determinadas condiciones de aforo, seguridad y concertar un seguro de responsabilidad civil que cubra los daños a espectadores, participantes o bienes que puedan derivarse de la celebración de los conciertos.