Ni la petición expresa del Consorcio Cáceres 2016 ni las dos inspecciones de técnicos de la Junta de Extremadura y de agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han hecho cambiar de postura a Habana Espacio Libre e Ismael Alabado, autor de la polémica obra en la que mató un millar de grillos.

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La instalación seguía anoche abierta al público aunque, a diferencia de jornadas anteriores, con la prohibición a este diario por parte de los responsables del antiguo piso de la calle Pizarro convertido en sala de exposiciones de tomar fotos de los insectos. De los 5.000 grillos utilizados para la instalación, 4.000 siguen en cajas y solo un millar sirvió para cubrir, pegados con silicona, las paredes de la habitación por parte del artista madrileño afincado en Plasencia, ilocalizable durante la tarde de ayer.

Aunque Sara Polo, una de las impulsoras de Habana Espacio Libre, había avanzado por la mañana que la polémica quedaría "zanjada" por la tarde mediante un comunicado conjunto de los artistas de la sala, éste finalmente no llegó a hacerse público. A las 20.30 horas aseguró que seguían redactándolo, sin poder precisar cuándo estaría listo. Polo se quejó de los "daños" que la repercusión mediática alcanzada en pocos días por la obra de Alabado está causando a la sala. En ninguno momento quiso pronunciarse sobre la conveniencia o no de retirarla tras la polémica suscitada sobre si existe maltrato a los grillos.

Sin embargo, las denuncias efectuadas el pasado martes por organizaciones ecologistas surtieron efecto y tanto la Junta de Extremadura como la Guardia Civil comprobar in situ el contenido de la obra. La Consejería de Agricultura ordenó "la apertura de un acta de inspección y comprobación del montaje con grillos para verificar si se les estaba infringiendo sufrimiento a los animales en su uso como espectáculo artístico".

Del acta, señalaron estas mismas fuentes, "podría derivarse, en su caso, la apertura del correspondiente expediente sancionador por maltrato animal que, según contempla la Ley 5/2002, de 23 de mayo, de Protección de los Animales en la Comunidad Autónoma de Extremadura, podrá suponer una multa de hasta 15.000 euros si se califica como infracción muy grave". Los responsables de la sala de exposiciones no quisieron hacer comentarios al respecto.

"DE MAL GUSTO" La Junta aseguró en un comunicado que, "con esta acción, trata de evitar que se les produzca sufrimiento a estos animales en un montaje de mal gusto que atenta contra la sensibilidad de los espectadores procurando además no facilitar que el mismo alcance un eco publicitario inmerecido".

Agricultura recordó que "se trata de una exposición privada en una sala privada y cuya responsabilidad incumbe a sus autores y expositores", pero "insistió en su repulsa a que se maltrate a los grillos" y dejó claro que "ejercerá con contundencia sus competencias para corregir cualquier infracción de la normativa protectora de animales".

Por su parte, el director general de Promoción Cultural, Javier Alonso de la Torre, aseguró a Europa Press que "el maltrato animal no está justificado en ningún caso, ni siquiera por razón del arte ni de la ciencia".

Añadió que su departamento "no ha tenido ninguna participación" y por ello no es quien para retirar la obra de Ismael Alabado, ya que "es la galería la que tiene que tomar sus decisiones. No es un tema de carácter artístico ni patrimonial, sino de defensa de los animales", concluyó.