La Consejería de Educación ha presentado en el ayuntamiento un requerimiento, proceso previo a la vía contencioso-administrativa, para que se anule la enajenación de una parcela de uso docente del R-66-B, un terreno que ya tiene un comprador: la parroquia de San José para trasladar el colegio Nazaret. La mesa de contratación municipal abrió ayer la plica con la oferta de la parroquia, la única que se ha presentado al concurso que convocó el ayuntamiento para la venta de la parcela que está entre las calles Filipinas y Córcega.

"Como regla general no se renuncia a ninguna parcela de uso docente", aseguró ayer el secretario general de la consejería, Pedro Barquero, que explicó que se ha presentado el requerimiento porque "se incumplen" las normativas educativas y urbanísticas. Barquero precisó que antes de sacarse a la venta, el ayuntamiento estaba obligado a poner la parcela a disposición de la Consejería de Educación por si la administración autonómica tiene entre sus previsiones la ejecución de un centro público.

ADJUDICAR LA PARCELA Barquero indicó que ayer en la consejería todavía no se había recibido ninguna contestación en respuesta al requerimiento. No obstante, las posibilidades de que el ayuntamiento lo acepte son mínimas, ya que la Comisión Municipal de Gobierno ha considerado que no es procedente, además el concurso está desde ayer en la fase de estudio de la oferta presentada por la parroquia, y si se ajusta a las condiciones del pliego de la convocatoria es muy probable que la mesa proponga en una próxima reunión adjudicar la parcela.

Cuando se decidió convocar el concurso, el ayuntamiento argumentó que esta parcela ya se ofreció a la Junta cuando se iba a destinar a guardería, aunque entonces se trataba de un equipamiento de uso social, y que en el polígono hay otra parcela docente que se ha cedido a la Junta.

PUENTE DE SAN FRANCISCO En la mesa también se abrió la única plica presentada al concurso para reordenar Mira al Río y San Francisco. La oferta es de Santano y Senpa. La propuesta se ajusta al pliego y mantiene el puente dentro de la glorieta que se hará para mejorar el tráfico. La corona de la rotonda se elevará para ajustarla a la rasante de las calles circundantes, y su interior con el puente, cuyos muros y apoyos laterales se deben eliminar para hacer la glorieta y garantizar la seguridad vial, estará a una cota más baja.