La Junta de Extremadura ha sancionado a la sala Aldana a pagar un total de 2.015 euros por la celebración de dos conciertos los días 1 y 2 de junio del 2007, una actividad para la que, según consta en el expediente sancionador "no cuentan con la correspondiente autorización administrativa", "lo que se considera una infracción grave", continúa. Uno de los propietarios de la sala Carlos Marcos, confirmó ayer que recurrirán el próximo lunes esta sanción de la que dijo "nos ha hecho pasar de la perplejidad al enfado y a la indignación".

Los más de 2.000 euros son el montante total de dos sanciones diferentes por los conciertos que celebraron en junio. Ambos finalizaron con la presencia de la policía local a las 23.30 horas y a las 23.45 respectivamente, según consta en la relación de los hechos que adjuntó la policía expediente. Los agentes levantaron acta en los dos casos porque en ambos carecían de la correspondiente autorización y además los durante las actuaciones estaban "todas las puertas y ventanas del local abiertas, trascendiendo el ruido al exterior y ocasionando molestias a los vecinos", según consta en el informe de la policía. Por cada una de estas actuaciones se les sanciona con 1.010 euros y 1.015 euros respectivamente.

BAJO VIGILANCIA Marcos se queja de que las sanciones les llegan dos meses después de que el gobierno local se comprometiera a plantear una moratoria a las actuaciones en directo mientras se llevaba a cabo la revisión de las licencias. Además critica que a pesar de que no han vuelto a realizar un concierto desde que la policía levantó acta de los dos de junio, han recibido más de una decena de visitas de los agentes desde entonces. Esta situación la achaca al "inmovilismo del nuevo equipo de gobierno, que está manteniendo el mismo discurso que el anterior y está acuerdo también igual", afirma.

Marcos recuerda que en septiembre los hosteleros se reunieron con el nuevo equipo de gobierno,"el mismo que firma el inicio del expediente sancionador", lamenta, y que allí les trasladaron la intención de resolver con caracter urgente la situación de los conciertos.