Los miembros del jurado del Tribunal que ha juzgado en Cáceres a Issam Ghayour, acusado de matar a su novia, natural de Casar de Cáceres, a la que degolló después de haberle dado 16 puñaladas, considera probado que fue un asesinato con alevosía y ensañamiento y que el imputado era plenamente consciente de lo que hacía. El jurado, después de su deliberación, aboga por aplicarle el agravante de parentesco y el atenuante de confesión, según informa la abogada de la acusación particular, Marisa Tena, que apunta que el acusado podría ser condenado a en torno a 23 años de prisión como pedían la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Casar de Cáceres, informa la agencia Efe. Los hechos ocurrieron en la avenida cacereña de Hernán Cortés el 20 de mayo de 2006, cuando el acusado, después de matar a Antonia Pérez Moreno, de 37 años, se entregó a la Policía Local, a la que confesó los hechos. Sin embargo, en la vista oral de ayer el acusado dijo a la sala que no se acordaba nada de lo ocurrido aquel día porque, explicó, se había drogado y había bebido alcohol. La acusación particular, representada por el Ayuntamiento de Casar de Cáceres, ha pedido que sea condenado a 25 años de prisión y a la prohibición de acercarse a la familia de la fallecida por un período de 15 años. La Fiscalía y la acusación popular, representada por la Junta de Extremadura, ha pedido una pena de 23 años de prisión, aumentado en un año la prisión que pedía en las conclusiones provisionales, al estimar que también concurre el agravante de parentesco. Lo que sí ha quedado claro en el juicio, tanto que hasta la defensa modificó sus conclusiones provisionales, es que no se trató de un homicidio sino de un asesinato, dado que hubo alevosía. Sin embargo, la defensa considera que el acusado se encontraba, en el momento de los hechos, bajo los efectos de las drogas y el alcohol, por lo que pide que sea tenida en cuenta la atenuante de enajenación mental y, por lo tanto, solicita la libre absolución o una pena de seis años de prisión. Los forenses dijeron ayer que el acusado es un "psicópata" pero que sabe perfectamente lo que hace. La directora general del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEx), María José Pulido, que ha señalado que el Gobierno regional se persona en todos los casos de violencia de género con el resultado de muerte, manifiesta que, con independencia del respeto al veredicto del jurado, no se debe contemplar ningún eximente como plantea la defensa del acusado. A su juicio, no hay ninguna prueba pericial que no lleve a creer que estaba enajenado, a lo que ha agregado que "el forense dejó claro que las pruebas objetivas ponen de manifiesto que en todo momento era consciente de lo que hacía". Según anuncia Tena, la sentencia podría conocerse a finales de esta semana.