La Audiencia Provincial de Cáceres comenzó ayer su primer juicio con jurado en lo que respecta a este año.

Seis hombres y tres mujeres, más dos hombres como suplentes, integran el jurado popular que habrá de decidir si Miguel Angel M. L., es culpable o inocente de los delitos que se le imputan (un homicidio, un homicidio en grado de tentativa y un delito de amenazas graves).

Serán ellos los que habrán de determinar si el procesado fue autor de la muerte de su compañera, Agustina Blanco, a la que supuestamente arrojó desde la ventana de su domicilio, situado en un tercer piso; así como del intento de homicidio del marido de la víctima, "que conocía la relación de su mujer con el procesado y la consentía", según hizo constar en el juicio el ministerio fiscal y según reconoció también el propio marido.

El procesado se enfrenta a un máximo de 22 años de prisión, pena total que solicita la acusación particular, mientras que el ministerio público solicita 15 años y tres meses. La defensa, por su parte, pide la libre absolución argumentando que no hay pruebas de que a Agustina la arrojara por la ventana su defendido, así como a la declaración de éste manteniendo que ella "se tiró".

EL RELATO DE LOS HECHOS

Todo ocurrió la madrugada del 18 al 19 de febrero del año pasado en el domicilio de Agustina y José Antonio, situado en el tercer piso del número 4 de la calle Pablo Iglesias de Plasencia, donde la víctima y el procesado, acompañados por un amigo, acudieron para consumir droga.

En un momento dado, al parecer porque no aparecía un billete de 10 euros y una máquina , nombre con el que el acusado se refirió a una jeringuilla con una dosis de cocaína, éste se puso violento y comenzó a destrozar muebles, enseres y cristales.

Tras la marcha del amigo, Miguel Angel se dirigió a la habitación del marido de Agustina. Según él "le insulté y le dije que se fuera de casa, pero en ningún momento le agredí", mientras que José Antonio aseguró que le amenazó con un cuchillo, le agredió con un palo e intentó arrojarle por un balcón, "lo que evitó Agustina, diciéndole que si no me dejaba le mataba".

Sobre la muerte de Agustina, el procesado mantuvo en todo momento que él salía de la habitación cuando oyó un golpe secó "y al no ver a Agustina me acerqué a la ventana, y como no pude subir la persiana la rompí. Yo no la tiré", insistió.

Preguntado sobre el porqué había recibido a la policía con un cuchillo y no les dijo en ningún momento lo ocurrido, sólo respondió: "Yo en lo único que pensaba entonces era en ir a ver cómo estaba Agustina".

El juicio se reanudará hoy a las diez y media de la mañana.