La Audiencia Provincial de Cáceres juzgó ayer a un Policía Nacional acusado de desvelar a miembros de dos clanes de la droga los confidentes que habían colaborado con los agentes para descubrir la actividad ilícita que desarrollaban. El Ministerio Fiscal solicita que sea inhabilitado durante cuatro años y que pague una multa de 8.100 euros. El imputado lleva ya año y medio suspendido de empleo y sueldo.

El policía, que perteneció al menos durante un año y medio a la brigada de estupefacientes de la comisaría provincial, participó en dos operaciones llevadas a cabo en la localidad de Plasencia, denominadas 'Brasi' y 'Armando'. Ambas terminaron con varios detenidos. Después el agente fue relegado de este grupo por varias desavenencias con sus superiores y pasó a formar parte del equipo encargado de las conducciones y custodias de los detenidos. Fue ya en este puesto cuando ocurrieron presuntamente los hechos.

Según el Fiscal durante una vista que se celebraba en la Audiencia para juzgar a uno de los clanes, el acusado comunicó a uno de los miembros de la banda quién les había delatado. De hecho durante el juicio esa persona gritó a todos los presentes el nombre quien les denunció y señaló al policía acusado, que en ese momento le custodiaba, como la persona que le había desvelado tal información. Lo mismo hizo presuntamente con la operación 'Armando', donde el Fiscal cree que el policía enseñó a uno de los miembros del clan una fotografía de la vivienda en la que residía el confidente.

NO TENIAN ESA INFORMACION El imputado lo niega todo. Ayer aseguró que cuando trabajaba en la brigada de estupefacientes todos los agentes tenían un grupo de Whatsapp en el que compartían información sobre las operaciones, pero que a ellos nunca se les informaba de quiénes eran los confidentes. Según el acusado el único que tenía acceso a estos datos era el inspector. Este extremo lo desmienten los policías que declararon ayer como testigos, quienes aseguran que todos sabían quiénes eran estas personas, aunque no las conocieran personalmente.

Los policías miembros de la brigada de estupefacientes que declararon ayer en calidad de testigos también mostraron su sorpresa porque en uno de los juicios contra uno de estos clanes de la droga el acusado se pasó "casi una hora" hablando con el abogado de la defensa. En esa vista el imputado iba también a declarar como testigo por haber participado en la operación, aunque finalmente no hizo falta porque hubo conformidad entre las partes y la vista no se celebró. Al acusado se le intervino el teléfono móvil y fue cuando se descubrió que había mantenido conversaciones con dos miembros de uno de los clanes (el contenido de estas conversaciones no se detallaron ayer en la sala).

Como testigos también declararon sus compañeros de la brigada de acompañamiento y custodia de presos. Ellos sí aclararon que en el juicio en el que el miembro del clan gritó que el acusado le había revelado quién les había denunciado el imputado no estuvo en ningún momento a solas con esa persona, al menos que ellos vieran, por lo que desconocen cuándo se pudo realizar dicha confidencia.

Por su parte la persona a la que presuntamente le desveló el nombre del 'chivato' aseguró ayer que fue el imputado quien lo hizo, cuando este la llevaba desde la sala en la que se desarrollaba el juicio hasta los calabozos. Dijo que le enseñó incluso una fotografía en la que se veía la casa de esta persona.

La defensa del imputado pide la libre absolución. El juicio tuvo que suspenderse al no presentarse dos testigos, miembros de uno de los clanes de la droga. Se retomará el próximo 19 de mayo.