Tres, dos, uno: ¡Tiempo! Y desde el primer segundo comenzaron a recaudar monedas en beneficio de Haití. El instituto de Educación Secundaria Al Qázeres celebró ayer una carrera solidaria para conseguir fondos y ayudar a los afectados por el terremoto ocurrido el pasado 13 de enero y por el que cerca de 170.000 personas han perdido la vida. Es su manera de colaborar: "ellos (los alumnos) saben que no está en su poder arreglar el mundo, pero saben que sí está en sus manos poner un granito de arena", reconoció la profesora de Educación Física y organizadora de este evento, Clara Fernández.

Los alumnos y profesores del módulo de Educación Física se lo tomaron en serio y pusieron todo su empeño por recorrer todas las veces posibles el circuito, de 800 metros. Y es que cuantas más vueltas más dinero recaudaba Haití, porque cada vez que un participante pasaba por la meta se le entregaba una goma que tenía que ponerse en la muñeca y al terminar la carrera debía depositar 50 céntimos por cada goma acumulada, es decir, por cada vuelta que había dado al circuito.

Recaudación

Sin embargo los atletas no fueron los únicos solidarios. De hecho la mayoría de los alumnos y profesores no iban ataviados ni si quiera con ropa de deporte porque muchos de ellos atravesaron el circuito andando tantas veces como hiciera falta. Todos querían colaborar con la causa, y lo consiguieron: al final de la mañana habían recaudado 650 euros que irán destinados íntegramente para reconstruir el país.

Cruz Roja hará de intermediario y se encargará de enviar este dinero a Haití a través de lo que ellos denominan cuentas de emergencia (dedicadas a este tipo de catástrofes): "el apoyo y las muestras de afecto y comprensión son diarios y constantes. Los cacereños, como el resto de los españoles se han unido a los haitianos", reconoció ayer Vicente Mangú, de Cruz Roja.

Hasta el momento esta organización ha repartido más de seis millones de litros de agua (producto de mayor necesidad en el país) y lleva invertidos en el lugar más de 73 millones de euros.

Pero estos jóvenes no han sido los únicos que han querido colaborar con el país, sino que otros centros educativos, cafeterías, asociaciones, centros comerciales o personas privadas han usado la creatividad para emprender iniciativas de ayuda.

Más ayudas

Es el caso del colegio San Antonio de Padua recaudó hace semanas 8.000 euros con la celebración de El Bocadillo solidario , actividad organizada por los alumnos y en la que participaron también profesores y padres. O del Colegio Oficial de Abogados, que ha entregado a Unicef el 50% de su fondo de asistencia social para ayudar a Haití. "La solidaridad está en la mente de los cacereños y extremeños", dijo el responsable de Cruz Roja.