Rodrigo Luxon (Badajoz, 1990), se apodó Luxon echando mano del apellido francés y su reminiscencia latina de ‘hombre de luz’. Ahora ese apellido da título a la exposición que desde ayer y hasta el 16 noviembre muestra en la Sala Pintores, 10 dentro de la quinta edición del festival ‘Cáceres de foto’. Se trata de 18 retratos de estudio en los que el autor bucea en la foto de moda y en los desnudos con el color como vehículo fundamental de expresión.

Los protagonistas de ‘Luxon’ son amigos, gentes que han pasado por su vida, entre ellos pintores, músicos o diseñadores gráficos. Estela y Clara, de Ébano Dúo, que aparecen comiéndose una hamburguesa para demostrar que lo clásico (ellas tocan el violín y el piano) también puede ser contemporáneo. Luego están la publicista Teresa Batallas, el acróbata Álvaro Cabello o Natalia, una chica que conoció por Instagram, que hace virguerías con su teléfono.

Y todo ello con fondos lisos, en tonos cálidos: rosas, naranjas... ¿Los modelos han de ser guapos? Y Luxon responde haciendo suyo el concepto de la guapura: «Me gusta la gente auténtica, con personalidad, los que tienen algo que decir. Lo guapo no es lo estándar, lo guapo es otra cosa, es el encanto».

Empezó Luxon en esto de la fotografía a los 15 o 16 años cuando cogió una cámara de su padre. Él, autodidacta, no tardó en saltar al vídeo y de ahí al cine (su último corto ‘Llámame típica’ acaba de llevarse el oro en el festival Cinexpress de Badajoz). Y recuerda: «Todo comenzó como una vía de escape para plasmar lo que había en mi cabeza y encontrar mi identidad. A través de la fotografía estoy siempre reiventándome, sacando mil cosas de mí». La cita, de 10.00 a 14.00 y 17.00 a 20.00. No hay que perdérsela.