Carmen Barrios, que regenta la tienda Ciconia, en el número 24 de la plaza Mayor, profundiza en la necesidad de que se vuelva a situar la oficina de turismo en la céntrica plaza colindante a su negocio. "La gente se queja mucho en este sentido", confirma. También explica que, desde Obispo Galarza hasta la calle Alzapiernas, se puede mejorar mucho en materia de accesibilidad. "Las escaleras no permiten el paso a las sillas de ruedas, que tampoco pueden ir por la rampa porque es súper empinada", explica a este periódico.

También hace hincapié en la necesidad de instalar más aseos públicos y fuentes por la zona centro y en el Casco Antiguo para que el turista pueda beber, más aún en las fechas veraniegas y con un aumento tan significativo de la temperatura. "Hay muy pocos y ninguno en la plaza Mayor. Mucha gente me pregunta en la tienda que dónde pueden ir al baño", explica Carmen, quien apuesta, del mismo modo, por "potenciar la parte antigua" para venderla mejor a los visitantes. "Las luces de los soportales las encienden muy tarde, sobre todo en invierno. Eso es un aspecto a mejorar, sobre todo los viernes y los sábados".