"Venga, si da igual, mañana vamos a por la píldora y se acabó". Esta es una frase muy frecuente entre los jóvenes que mantienen relaciones sin usar ningún método anticonceptivo, bien por decisión propia, o por no tener ninguno a mano.

Pero llega el día siguiente, ya con la cabeza fría, la locura de la noche anterior pasa factura. Nervios. Camina hacia planificación, pero el recorrido nunca termina. Por fin llega y los latidos se aceleran. Un sudor frío recorre todo su cuerpo.

"Tengo 17 años, y he tomado la píldora del día después en cuatro ocasiones. Sé que no es bueno abusar de ella, pero si la necesitara la volvería a tomar", afirma Laura, una joven cacereña estudiante de bachillerato. "Dos veces ha sido por hacer la marcha atrás, pero las dos últimas porque se nos rompió el preservativo".

Responsabilidad

A pesar de que la mayoría de las chicas acuden solas o con amigas, también hay chicos dispuestos a asumir la responsabilidad y compartir el problema. Alvaro, un joven de 18 años, ha acompañado a su novia a planificación para solicitar la píldora en cuatro ocasiones, todas por problemas con el preservativo. "Me puse muy nervioso, yo creo que más que mi novia, pero ver que estaba lleno de jóvenes como nosotros, incluso algunos conocidos, y con el mismo problema, me tranquilizó mucho".

Pero la experiencia se deja notar y la madurez hace que los jóvenes vayan cambiando de opinión con el tiempo. Ana, una universitaria de 20 años, dice haber hecho la locura de tomarla tres veces. "La primera fue un fallo, se rompió el preservativo, pero las otras dos fueron noches locas. Como vi que fue muy fácil obtenerla, no nos dio la gana usar ningún método anticonceptivo, porque sabía que al día siguiente me la iban a dar y no habría problema".

Afirma que nunca ha sufrido efectos secundarios, y que ella ve bien que la receten, pero considera que lo fácil que es conseguirla empuja a las parejas a hacerlo sin ninguna protección. "El tema se debería tratar con más seriedad, pues no es ninguna tonteria, y hay niñas de 15 años que no son conscientes de lo que hacen. Yo era menor de edad cuando las tomé, pero ahora no volvería a hacerlo".