Lo bueno de Teatro del Noctámbulo con la puesta en escena de «Contra la democracia» es que la compañía habla de algo necesario e imprescindible: el compromiso. Y lo hace con una obra que Esteve Soler escribió como premonición al Movimiento del 15-M y a la marea de desafección hacia el establishment que contagió a la sociedad española. Desde 2010, este texto, escrito originariamente en catalán, ha sido adaptado por 100 directores de todo el mundo y traducido a 17 idiomas. Teatro del Noctámbulo la lleva ahora a escena por primera vez en España en castellano de la mano del director Antonio C. Guijosa y con un plantel de actores de lujo, José Vicente Moirón, Memé Tabares, Gabriel Moreno, y una joven Marina Recio que a sus 19 años se convierte en una revelación que dará qué hablar.

La obra se estrenó la semana pasada en el Festival de Teatro Contemporáneo de Badajoz y este viernes (20.30 horas, con precios de 10, 12 y 14 euros) llega al Gran Teatro. Ayer, dos de sus actores -veteranos y reconocidos por la crítica y el público- Moirón y Gabriel Moreno, acompañados por la directora de la sala cacereña, Silvia González, explicaron los detalles de una puesta en escena que no deja indiferente.

Moirón recordó lo sugerente y oportuno de esta obra, que «no cuestiona el sistema democrático, pero sí el uso pernicioso de la palabra democracia. En nombre de la democracia se han cometido monstruosidades en el mundo. El público sale con deberes para hacer en casa. Nuestro objetivo -apuntó Moirón- no es hacer espectáculos puré sino dar armas al espectador para promover el debate».

Dividida en siete actos, «Contra la democracia» plantea una dramaturgia actual e innovadora que invita a reflexionar sobre por qué nos hemos deshumanizado hasta convertirnos en indemnes a la tragedia. La escenografía, los decorados, los claroscuros maravillosos de los que ayer hablaba Gabriel Moreno, y que emulan en algunos momentos a la obra de Tim Burton, convierten a esta cita en un hueco obligado de nuestro próximo viernes. H