Colgaron los libros antes de concluir la enseñanza obligatoria, años después se arrepintieron y volvieron a las aulas para terminar lo que dejaron a medias. Son alumnos de la ESO reenganchados y hay 2.800 en la provincia. Unos 170, la mayoría de entre 18 y 30 años, se examinaron ayer por libre en el centro de adultos para obtener el graduado en Educación Secundaria, lo que antes se conocía como graduado escolar.

"Más vale tarde que nunca", razona Oscar Fernández a la salida de sus dos horas de examen de matemáticas, física, química y tecnología. Abandona el aula satisfecho. Tiene muchas esperanzas de superar la prueba. "Llevo un año estudiando, me los he preparado y confío en aprobar", señala.

Recuperar el tiempo

Este plancentino de 19 años, como tantos otros jóvenes que llenan las aulas del Centro de Educación de Adultos para sacarse el graduado de la ESO, abandonó los estudios después de "tirar tres años a la basura". Entonces estudiaba en el instituto Pérez Comendador. Ahora trata de recuperar el tiempo perdido. "Para los trabajos que quieres, los estudios son imprescindibles", explica convencido. El tiene intención de presentarse a unas oposiciones de Correos.

"A los 15 o 16 años, cuando aún no han terminado la ESO, muchos estudiantes rechazan seguir en la escuela. Están en una edad muy difícil, empiezan a repetir curso, hasta que acaban abandonando las clases", explica el director del centro de adultos, José Manuel Martín Cisneros.

Las causas de ese abandono son múltiples, desde el aburrimiento al deseo de trabajar para disponer de dinero, también circunstancias familiares o de necesidad, que son la minoría. Sin embargo, "cuando llegan a determinada edad --explica Martín Cisneros--, se dan cuenta de que sin estudios apenas pueden aspirar a nada e intentan aprovechar las oportunidades que les quedan".

Los alumnos que se examinaron ayer resolvieron los típicos problemas de álgebra, razonaron sobre teorías físicas o comentaron un texto de internet sobre la eutanasia, entre otras pruebas de conocimiento a los que les sometió la Consejería de Educación durante seis horas. Los exámenes, de dos horas, se desarrollan por áreas de conocimiento: comunicación, científico y ciencias sociales.

El porcentaje de aprobados en estas pruebas por libre (existen otras dos modalidades: oficial y a distancia) es muy bajo, según el director del centro. De hecho, asegura que el nivel medio del alumnado es medio-bajo. Tendrán otra oportunidad en septiembre.