Para Juani Solano la vida cambió "por completo" a raíz del ictus que sufrió su marido hace 16 meses. José Manuel Borrero, de 51 años, se dedicaba a la enseñanza, pero las secuelas de dos ictus no le han permitido volver a su trabajo " a pesar de que estaba mejorando mucho", advierte Juani Solano. Tras abandonar el hospital inició un plan de rehabilitación, pero sus ansias por volver a hacer una vida normal le provocaron un cuadro de estrés que le obligó a iniciar un tratamiento psicológico. Eso determinó además su jubilación anticipada.

"A los dos nos costó mucho hacernos a la idea de la nueva situación --reconoce la mujer--, por eso creo que conocer a otros enfermos y tener un lugar de referencia en la asociación puede ayudar tanto a los afectados como a las familias",añade. Ambos participaron en la puesta en marcha de Afiex con la voluntad "de poder ayudar a otros y también que otros profesionales nos ayuden a continuar", concluye. Por eso, las demandas prioritarias para ambos son "servicios asistenciales para los afectados", y centros de día con actividades para ellos.