El precio de la vivienda nueva se ha abaratado un 21,4% en Extremadura desde el inicio de la crisis, una reducción que llega al 29% si se tiene en cuenta que muchas son de protección oficial y no han variado su coste (ya estaba muy bajo). Las estadísticas rebelan que los precios se encuentran al 79% respecto al 2007. Y ello en una comunidad como Extremadura que tradicionalmente ha tenido el mercado inmobiliario más barato de España, considerando, además, que en Cáceres las viviendas son algo más asequibles que en Badajoz. Las hipotecas, a la cola del país, lo atestiguan. Esta situación entraña su cara y su cruz. La cara: se trata de una oportunidad para quien pueda comprar. La cruz: los promotores atraviesan su "peor año" y venden por debajo del coste para sobrevivir a la coyuntura.

Así lo explica Abelardo Martín, presidente de la Asociación de Promotores de Cáceres, vicepresidente de la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción y profesional con larga experiencia en el sector. "La crisis comenzó en 2007 aunque la vivienda nueva registró alza de precios hasta 2008. Luego se fue reduciendo un 3,8%, más tarde un 7,4%... Solo en el primer trimestre de 2013 ha caído el precio en Extremadura un 6,8% en el régimen general, y calculamos que el año acabará con una reducción del 12,8% que debe sumarse a los ejercicios anteriores", detalla.

En definitiva, 2013 es un ejercicio "francamente malo" para los promotores, quienes están vendiendo los inmuebles "bastante" por debajo del coste. ¿Pero por qué una reducción tan fuerte? Abelardo Martín lo explica: "Las empresas promotoras, al pararse las ventas con la crisis, no pueden disponer de una tesorería capaz de resistir de 2007 a 2013, y esa necesidad les hace bajar hasta tal punto el precio de la vivienda que pierden grandes cantidades de dinero", subraya.

El descenso acumulado a estas alturas ya es considerable, de modo que, desde otro punto de vista, se trata de un momento idóneo para que quien pueda compre una vivienda por casi un tercio menos que hace solo seis años. "Hay descensos mayores en otras zonas del país que llegan al 40%, pero en Cáceres la bajada es muy notable considerando el menor precio habitual", matiza Abelardo Martín. Los mismos promotores subrayan la "buena oportunidad" de los tiempos actuales para adquirir una propiedad inmobiliaria.

De hecho, cuando se agote el stock de viviendas que tiene la ciudad y vuelvan a construirse nuevas, "ya no vamos a poder hacerlo a ese precio, nadie trabaja en principio para perder dinero", reconoce el presidente.

EJEMPLOS CONCRETOS Tanto es así que, en Cáceres, el metro cuadrado en las zonas más valoradas "está ahora casi al nivel de la protección oficial", afirma Abelardo Martín, que pone como ejemplo su propia empresa, Iniexsa, y las unifamiliares que tiene a la venta en Macondo. Aplica una reducción del 33% y además un precio especial para los clientes de cierta entidad financiera, que suman un descuento del 40%. Al final, 230.000 euros por viviendas de amplia superficie con jardín delantero y trasero y zonas comunes cuidadas.

Otra zona de gran crecimiento, Mejostilla, tiene pisos y unifamiliares nuevas, de calidad, con un precio por metro cuadrado semejante al resto de la ciudad. "La diferencia está en la superficie de las viviendas, que hace variar el precio, por eso las más amplias cuestan más, pero en realidad todo en Cáceres está igualado", subraya el promotor. Un ejemplo más de un tipo de vivienda con distintas condiciones es el edificio Matisse, en el Junquillo: un cartel anuncia sus pisos a 50.600 euros, cuando salieron en principio a 100.000.

Además, la construcción sigue parada. Ni siquiera se aprecia actividad en las últimas zonas de expansión que se iniciaron casi en plena crisis (Mejostilla, proximidades de la Montaña...). "Tan solo se están terminando las viviendas con las que se han quedado las entidades financieras, porque la dotación que tienen que hacer al Banco de España es menor que si continúan a medias", señala el presidente. En Casa Plata se están rematando algunos edificios, pero poco más.

"No existe construcción nueva, no hay condiciones para ello y parece mentira que se generalice así. Extremadura no tiene un stock de vivienda como para que se le aplique el mismo baremo que al resto de autonomías y sobre todo las costeras. Puedo entender que haya que pagar cosas donde ha habido excesos, aquí desde luego no", lamenta Abelardo Martín, quien no comparte que se enjuicie al sector por igual.

SIN SEÑALES El futuro tampoco parece halagüeño. A la situación acumulada se suma que no se aprecia ningún repunte "ni nada que indique que esto va a cambiar. El crédito no fluye y los responsables políticos están anunciando continuamente que, aunque lo haga, no se va a destinar a vivienda", lamenta el presidente, que calcula unos 4 ó 5 años para que la situación se normalice. "Han acusado al sector de ganar mucho, y es una equivocación. Solo se gana mucho si se construye mucho", precisa, mientras desgrana los costes de cualquier promoción y los beneficios, "de un 6,6% anual".

Finalmente, los promotores lamentan que se esté "perdiendo" un sector en Cáceres y en los pueblos del entorno, que trabajaba por todo el país dada su buena cualificación y la "gran consideración" de que gozaban tanto los especialistas en estructuras como los albañiles. "Esta enseñanza se transmite de padres a hijos y tememos que se pierda porque no hay salida", concluye.