El acusado de matar a un perro de una patada no llegará a entrar en la cárcel porque se le ha aplicado la pena mínima y además ésta se ha visto reducida al reconocer el imputado los hechos. El código penal establece que los casos de maltrato animal en los que se causara a éste la muerte estarán condenados con penas que van desde los seis hasta los 18 meses de prisión. Se han endurecido desde la última modificación del código penal, sin embargo son «insufientes». Así lo reconoce el letrado cacereño Juan José Jiménez Bustamante, ya que, al tratarse de penas de prisión inferiores a dos años, los acusados nunca llegan a pisar la cárcel. «Hasta que no haya pena de prisión no va a haber ese miedo a la hora de cometer estos delitos», explica Jiménez, que asegura que, tanto jueces como fiscales, están «atados de pies y manos» y no pueden imponer penas más duras al tenerse que acoger a la ley.