Rakel Winchester es en realidad un grupo formado por Rakel Riquelme y tres músicos (Yonka, Luiso y Flamen), pero todo el mundo lo identifica por su vocalista, cordobesa de pro, valiente y provocadora en sus letras, capaz de unir flamenco con punk, rock, rap y un atrevido lenguaje callejero. Se adentró en la música en los 90 con un dúo, Txoxo de la Bernarda, embrión de su actual banda. El grupo, que está vendiendo a gran velocidad su último disco, ¡Vale!, Montoya no soy... , actuará hoy en el I Cáceres Dance Music Festival . Por supuesto no faltará El marío de la cannisera .

--Algunos califican su música como porno pop-andaluz...

--Empecé con mi banda hace años y ya teníamos letras que reivindicaban la cama desde el punto de vista femenino. Muchas canciones son un tratado de aprendizaje para hombres, y claro, hablas de la regla y ya es porno, ¡qué chorrada! Los tíos dicen burradas y no pasa nada, pero una mujer escandaliza.

--¿Qué es para usted la música: provocación, relajación, expresión de convicciones...?

--Muchas cosas, pero siempre intento que sea diversión, que provoque risas. Empecé por necesidad, por dinero, porque quería mi propia independencia y me fui de casa muy joven. Comencé a cantar rancheras en un café y hasta hoy.

-- ¿Tan mal lleva la fama?

--Fatal, horrible, me intimida muchísimo. La gente cree que porque salgas en la tele ya eres más que otros, pero yo sigo pensando que es un oficio como otro cualquiera. Cuando faltan valores, endiosan a los cantantes. Me resulta incómodo que me paren por la calle, que piensen que yo soy no se qué.

--¿Cuántos discos ha vendido?

--De 20.000 a 30.000, no lo sé exactamente, pero nos tratan como si hubiésemos vendido millones, quizás nos piratean mucho. Y eso que en las radio fórmulas nos han censurado por la letra. Fíjate, han pedido versiones donde quitan hasta la palabra Támpax... ¿es un taco? De todos modos yo no vendo voz, porque en ese caso cantaría cuatro baladas y punto. No canto un pimiento, pero me lo paso bien.

--¿Y en su familia no le sugieren que se incline por las letras de Rosa de España o Chenoa?

--Mi familia es más tradicional de lo que se imagina nadie, pero nos llevamos muy bien. Mi padre se enteró hace un año de que cantaba. Le invité a un concierto y vió que la gente se lo pasaba pipa . Me dijo: "Hija, no haces daño a nadie, y si dices algo fuerte pues me tapo los oídos y punto".

--¿Por qué escoge el lenguaje de la calle para sus letras?

--Porque nunca me he considerado una auténtica compositora. Desde niña tengo facilidad para las rimas, hacía poemas de todo lo que me ocurría, pero de ahí no paso. Por eso es más fácil usar el lenguaje de la calle.

--¿Le falta un estilo por probar?

--Siempre he hecho lo mismo: componer e interpretar. El flamenco se lo dejo a los flamenquitos de mi grupo, el punk al batería y el rock al bajista. A mí lo que me gusta son las personas, y si se mezclan sus estilos, pues mejor. Así ha sido.

--¿Tiene algún ritmo favorito?

--Me gusta la música en general, pero quizás algo más la sudamericana y el flamenco, vamos, lo de aquí. Me inclino por artistas con carácter como María Jiménez, o Lola Flores.

--¿Conoce Cáceres?

--Mi familia paterna es extremeña, de Badajoz. No conocía Cáceres, pero tenía muchas ganas de venir porque me esperan aquí muchos amigos.