Ya está aquí, ya llegó, de Mallorca lo traigo yo . Y es que ha sido precisamente en Mallorca donde hemos tenido escondido durante tres años al mítico Miguel Angel Laviana, humorista de profesión y de vocación, que ha regresado a su Cáceres natal para volver a hacernos reír, sin duda, la mejor cualidad de uno de los hombres más conocidos de la ciudad.

Y Laviana, cómo no, ha querido asomarse a nuestro Escaparate para contarnos su nuevo proyecto: un taller de risoterapia, que ayuda a combatir el estrés. Fue precisamente en Palma donde el humorista inició la actividad con gran éxito. La idea la ha exportado a tierras extremeñas y muy pronto comenzará en Navalmoral de la Mata.

Los interesados sólo deben marcar un teléfono: 927-231727 y tendrán al alcance de su mano curiosos ejercicios, terapias conjuntas y risas, muchas risas. Esas son las armas que utilizará Laviana para que la gente se desternille y salga de la sesión más contento que unas castañuelas.

EN BARCELONA

Y contento, muy contento, estaba ayer el concejal de Turismo, Angel Arroyo, al que --como siempre de azul impoluto-- pudimos ver en la toma de posesión del nuevo subdelegado, José Diego. Arroyo acababa de aterrizar de Barcelona, donde responsables de la Red de Juderías de España giraron una visita el martes con el objetivo de ultimar la adhesión de la ciudad condal. El archivero de Barcelona, Ramón Alberch, y la concejala del barrio de Ciutat Vella, Katy Carreras-Moysi, guiaron a Arroyo.

Y de postre, qué mejor que el encuentro que tuvieron ayer el alcalde, José María Saponi, y el presidente de la diputación, Antonio Caperote, (los dos con traje gris), con el embajador y secretario general de la Comisión Española de la Unesco, Tomás Solís, para presentarle un congreso. La cita, el 31 de marzo.