Lleva ya dos décadas entre pinceles, sombras de ojos y pintalabios ayudando, dice, «a ser felices» a las personas que pasan por sus manos. Lewis Amarante se ha convertido en uno de los mejores maquilladores internacionales (revistas especializadas lo sitúan en el puesto número ocho del mundo) y durante este tiempo han pasado por sus manos celebrities de la talla de Madonna, Eagle-Eye Cherry, Justin Timberlake, Harrison Ford, Naomi Campbell o Daryl Hannah.

Ayer estuvo en Cáceres donde ofreció una master class organizada por Rocío González, de RG Maquilladores, en la que participaron 22 profesionales del mundo de la estética de la región y de Salamanca y Toledo. Les mostró el secreto más preciado del maquillaje: Sentirse bien con uno mismo. «Uno tiene que maquillarse para gustarse a sí mismo y no para gustarle a nadie, eso es machista y, además, si no te gustas a ti misma nunca le gustarás a nadie», señaló mientras maquillaba a una de las asistentes al curso con la mirada atenta del resto.

Antes de convertirse en maquillador estudió tres años de Arquitectura y se licenció en Bellas Artes y en Publicidad y Periodismo. Después de trabajar en varias agencias como publicista se dio cuenta de que no le gustaba lo que hacía. «En definitiva lo que estaba haciendo era prostituirme porque trabajaba en algo que no me gustaba por dinero», recuerda. El único contacto que había tenido hasta entonces con el mundo del maquillaje había sido por su amigo Pablo Iglesias, maquillador de Penélope Cruz.

Lewis Amarante se dio un plazo de un año para probar y a día de hoy continúa. «Era de los que pensaba que el maquillaje era para los que no querían estudiar, pero estaba muy equivocado», señala. Lo primero que hizo fue elaborar un book propio para presentárselo a las agencias, a lo que siguió un duro trabajo que perdura hasta la actualidad.

En la masterclass de ayer repasó las tendencias para este verano. Dice que se llevarán las pieles luminosas, las cejas marcadas, los colores turquesas en la parte baja del ojo, la línea de los ojos marcada y los labios en tonos rojos, corales y rosas. También les mostró los milagros que puede llegar a hacer el maquillaje sin necesidad de pasar por quirófano. «Puede cambiar la forma de la cara, es impresionante lo que se puede conseguir».