Los trihalometanos son compuestos químicos volátiles que se generan en el proceso de potabilización por la reacción de materia orgánica, aún no tratada, con el cloro usado para desinfectar. El agua de Cáceres presentaba 150 microgramos de trihalometanos por litro, cuando lo máximo que permitirá la normativa europea desde 2009 son 100.