¿Han oído hablar alguna vez del mindfulness? es una meditación laica en la que se aprende a tener un estado mental en el que enfocamos la atención en el momento presente con intención, con aceptación y sin juicio; se ve reflejada científicamente porque con ella aumentan las conexiones neuronales en el cortex prefrontal y ayuda a la persona a que sea más consciente de sus estados emocionales y del flujo de pensamiento. El resultado final tras una sesión es que puedes llevar las riendas del día a día en lugar de verte embaucado por emociones, vaivenes o altibajos.

Todo esto lo hace posible en sus terapias Cintia Díaz Silveira, cacereña afincada en Madrid, profesora de Psicología de la Universidad Rey Juan Carlos y psicóloga especializada en mindfulness, que también imparte cursos a través de la Escuela de Atención Plena que dirige Dokushô, con prácticas basadas en la meditación zen y que no tienen ánimo de lucro. Es lo que se viene en llamar economía colaborativa. Eso sí, el participante puede dar el donativo que estime oportuno al monitor.

La psicoterapeuta ya ofreció un curso de este tipo en el Ateneo de Cáceres los días 4 y 5 de febrero. Tal fue el éxito que las 60 plazas se agotaron tras un aluvión de mensajes. De modo que el curso se repite el 1 y 2 de abril, también con las plazas cubiertas, y el 3 y 4 de junio, que aún sigue abierto. El éxito de las terapias puede explicarse desde el momento en que nuestra sociedad es una fuente constante de estrés, por el ritmo de vida, la presión social y la burocratización, que ha llevado a un aumento de los trastornos de ansiedad. De hecho, el mindfulness puede tener un efecto clínico porque disminuye el estrés, la ansiedad y la depresión desde el momento en que «es una herramienta de autoconocimiento que te ayuda a tener una vida plena», explica la psicóloga. Basta con vivir plenamente tanto nuestra experiencia como la de nuestro entorno y de las otras personas, una manera de vivir en el momento presente, en el ahora, en vez de vernos arrastrados hacia el pasado o el futuro. Además, el momento presente es el único momento que tenemos para vivir, el único momento en que podemos ser felices. El mindfulness lo hace posible.