Un grupo de Asuntos Internos de la Dirección General de la Policía iniciaba la investigación el 5 de marzo del año 2001. Tras meses de actuaciones y escuchas telefónicas, los policías de la Brigada de Extranjería de Cáceres E. S. R., y F. D. S., que nunca han dejado de proclamar su inocencia, eran detenidos y se decretaba su ingreso en prisión. Fueron trasladados a la cárcel de Alcalá Meco, donde pasaron tres meses en el módulo especial para presos internos relacionados con su actividad profesional, funcionarios públicos. La Audiencia decretó su libertad provisional, bajo fianza de 12.000 euros cada uno, el 26 de febrero del 2002, y dejaron la cárcel el 27 a las 19.30 horas.