Seis meses de trabajo para seleccionar 1.800 fotografías entre más de 3.000. La historia de un siglo de la ciudad a través de las caras de sus clases sociales. José Antonio Ramos, 46 años, doctor en Historia y cronista oficial de Trujillo, se atreve a mostrar los cambios que ha experimentado la capital cacereña en el libro Cáceres 1886-1986, imágenes para el recuerdo , autoeditado y con 500 ejemplares en la primera tirada.

Tercero de una serie que comenzó el año pasado con dos publicaciones similares pero de menor contenido, el libro ofrece en 360 páginas un paseo fotográfico por la vida de la capital cacereña en 25 capítulos: rostros del ámbito social, el comercio y la industria, acontecimientos, celebraciones religiosas y populares, la guerra civil, el deporte, la sanidad o la política.

El recorrido, que acaba con el acto de declaración de Cáceres como Patrimonio de la Humanidad en 1986, "abarca todas las clases sociales e instituciones públicas", explica Ramos, que agradece la colaboración ciudadana en la cesión de los tesoros fotográficos que llenan el libro.

Pero las imágenes también sirven para descubrir las claves del crecimiento de la ciudad que, en opinión del investigador, con el corazón dividido entre Cáceres y Trujillo, viene marcado por el título de la Unesco. "A partir de entonces se empezaron a construir hoteles", subraya, paralelo al desarrollo de la construcción en la década de los 90.

De la sociedad cacereña, Ramos extrae tras esta recopilación de imágenes la lectura de que sigue "apegada a fiestas como la Semana Santa, la Virgen de la Montaña o Las Candelas", haciendo hincapié en que el centro "sigue casi igual que a finales del XIX". La primera edición del libro está ya agotada y el autor prepara otra con nuevas fotos.