El ayuntamiento aseguró ayer que ha cumplido todos y cada uno de los requisitos que establece la normativa en materia de otorgamiento de licencias, en relación a la licencia de obra menor que se concedió a Progemisa para la proyección de un residencial de 112 pisos sobre un solar en la Ribera del Marco y que se ha visto paralizada por el hallazgo de restos arqueológicos, concretamente de una conducción de agua de la época romana. Restos que, según la dirección general de Patrimonio de la Junta de Extremadura, se han visto afectados por los últimos trabajos acometidos en el solar.

El portavoz del equipo de gobierno local, Rafael Mateos, sostuvo que la primera licencia concedida, de obra menor, no requería de ningún tipo de informe adicional ni de seguimiento arqueológico ya que solo tenía por objeto la limpieza y aplanamiento de la parcela, por lo que no se podía actuar sobre la superficie ni sobre el subsuelo. «Son cuestiones muy técnicas pero en ningún caso --una actuación así-- afecta al subsuelo, por lo que nunca podría originar ningún daño a ningún tipo de restos arqueológicos si es que los hubiera, como así ha sido», explicó Mateos.

En ese sentido, el portavoz del equipo de gobierno local aclaró que desde el ayuntamiento se han dado las órdenes oportunas a los técnicos municipales para que se evalúe si se han realizado únicamente trabajos permitidos por una la licencia de obra menor, y si no ha sido así para que se exijan responsabilidades a la empresa.

Por su parte, desde Progemisa, la constructora que proyecta la obra del residencial de viviendas, remarcaron que sus labores se han limitado al desbroce y nivelación del terreno. Concretamente, se procedió a retirar una primera capa de tierra antes de nivelar el terreno --con el fin de que toda la superficie de la parcela se halle a la misma altura--, labores que requirieron de diferente maquinaria como es el caso de retroexcavadoras.