Virgen de mis amores, ven en mi ayuda; que soy mujer y anciana, pobre y viuda; mi bien amado se encuentra en grave riesgo de ser soldado. Un hijo solo tengo que es mi fortuna; a tu sombra lo puse desde la cuna: Madre y Señora, del peligro que corre sálvalo ahora" . Este verso titulado Lo que dicen las madres de los Cantos Populares de Antonio Hurtado es representativo del profundo amor que las madres de Cáceres han depositado siempre en la patrona de la ciudad.

Estos días Santa María es visitada diariamente por cientos de mujeres. Muchas acuden en grupo, incluso varias generaciones (abuela, madre e hija) van juntas a rezar a la Virgen. Ayer lo volvieron a hacer durante la misa de nueve de la mañana dedicada a las Madres. Fue un día ajetreado en la concatedral (aún con el regusto de la impecable actuación de la noche anterior del Coro Rociero de Cáceres), con visitas de escolares incluidas: estuvieron los alumnos de Proa, y también del Colegio Diocesano, centro escolar que además realizó una donación al Banco de Alimentos.

La gran cita de hoy será el Besamanto, que comenzará a las ocho de la mañana y se prolongará hasta la medianoche de mañana sábado. El manto elegido para esta ocasión será el número 90, de damasco dorado con fondo blanco, orlado con cenefa de cordones dorados, perlas y pedrería, una prenda relativamente reciente de 1993 confeccionada en memoria de doña Eloísa Antequera. La concatedral promete seguir siendo hoy toda una procesión humana.