La lluvia no minó las ganas de fiesta. Ayer, segundo día grande de la feria de San Fernando, hubo varias ciudadanos que llegaron al ferial con sus paraguas en el brazo. Otros no lo llevaron y aseveraban que, si arreciaban las precipitaciones, se meterían las casetas a seguir con el disfrute. Y también los hubo que protestaron por el poco acondicionamiento del terreno para días con agua. Aunque el ambiente general fue como en el día anterior. Los cacereños volvieron a responder ante su fiesta grande y llenaron el recinto ferial llamados también por el reclamo del concierto de Melendi o la final de la Champions League, proyectada en diversas casetas en pantallas gigantes.

"Este calle lleva años poniéndose así cuando llueve. Y eso que hoy ha caído poca agua. El día que caiga mucha por aquí no va poder pasar nadie", se resignaba Samir Chaaro, que ostenta un puesto de bisutería, bufandas y banderas que ha montado cerca de la avenida principal del feria. "No creo que lo arreglen nunca", decía mientras achicaba el agua con la ayuda de una escoba. Pese a todo, y aunque las precipitaciones sí fueron molestas para algunos trabajadores, a muchos cacereños pareció importarle menos. "Aunque sea una pena que se puede estropear el día, hemos venido. ¡Qué vamos a hacer!", afirmaban Angel, Sandra y Filo, procedentes de Sevilla.

También ayudaron, en parte, el concierto de Melendi, programado para las 23.00 horas en el recinto ferial, y la final española de la Copa de Europa. "Nosotras venimos a las dos cosas, al partido y al concierto", explicaban Raquel, Lucía y Paloma, tres amigas que ya, antes de que dieran las cuatro de la tarde, hacían cola en las inmediaciones del hípico. No eran los únicos, pues unas cincuenta personas esperaban con impaciencia la apertura de puertas a más de cuatro horas del encuentro y a más de 6 de la actuación del artista asturiano. "Nosotros venimos, comemos y, si se tercia, nos quedamos y vemos el Atleti", sentenciaba otro grupo de amigos. "La lluvia no es problema".