Es auxiliar de veterinaria y peluquera canina. Rosa Rivera abrió hace siete meses, en la calle Moret, Perrunillas Boutique Animal, un centro de estética para animales con poca competencia en la ciudad, factor que precisamente motivó a Rivera para su creación. «Veía en mi oficio posibilidades de hacerlo de otra manera. Hay clínicas veteraniarias que ofertan aseo e higiene pero puramente preventivo, no con el matiz estético que yo le quería dar», asegura. Para ello, tuvo que buscar financiación, aunque la parte económica no es la más importante, confiesa. «Hay que ser valiente. Lo principal es dominar tu negocio y diferenciarte. Si tienes eso claro puedes buscar ayuda económica, que en mi caso vino de mi familia. Apostaron por mí y por mi idea», reconoce Rivera, que invirtió cerca de 10.000 euros en un desembolso inicial.

El local, alquilado, también supuso un aliciente. «Estaba buscando una cosa pequeñita pero me topé con este local más amplio. Al dueño le encantó mi idea y me hizo buen precio», cuenta Rivera, que asegura que no tuvo que lidiar con ninguna trama administrativa. «Acudí al Punto de Activación Empresarial (PAE) y me agilizaron todo. Les fui simplemente con la idea, con el presupuesto y el local que tenía mirado y me lo resolvieron ellos». P. CÓRDOBA