Según este empresario, la solución al problema parte por darse cuenta de que "no hay un problema sino varios y que muchos no dependen de nosotros". Sobre las quejas de los vecinos asegura que siempre van a estar, pero que se podrían minimizar si "se reforzara la vigilancia policial en la zona y se cortara al tráfico" y matiza que "con eso se reduciría el ruido y los problemas hasta en un 80%".

Vivas lamenta además que "Cáceres sea la única ciudad sin cafés-concierto" y que el ayuntamiento ponga tantas limitaciones para acometer reformas. "Para reformar los sanitarios o mejorar la insonorización tengo que pedir una licencia de obra mayor, lo que me obliga a tramitar otra licencia para mi local como si abriera un negocio nuevo". En todo caso, Vivas cree que pueden estar en el camino de la solución.

"Los hosteleros no nos negamos a hablar con los vecinos o con quien sea" apunta, pero "si nos piden que respetamos el derecho al descanso por un lado y al ocio por otro, alguien debe respetar también nuestro derecho a trabajar".