NACIERON EN MADRID, 1959, CON SIETE MESES DE DIFERENCIA

ESTUDIOS ESCUELA DE ARQUITECTURA DE MADRID

TRAYECTORIA COLABORADORES DEL ESTUDIO DE RAFAEL MONEO. EN 1990 FUNDAN MANSILLA+TUÑON ARQUITECTOS. EN 1993, CREAN LA COOPERATIVA DE PENSAMIENTO CIRCO

PROYECTOS MUSEO DE SANFERMINES, MUSEO DE BELLAS ARTES DE CASTELLON, CENTRO CULTURAL DE MADRID, MUSEO DE LAS COLECCIONES REALES DE MADRID, MUSEO DE CANTABRIA

Tienen el encargo de hacer realidad uno de los proyectos más ambiciosos, singulares y atractivos de los que se han realizado en la ciudad monumental cacereña en los últimos años: el Atrio Hotel Relais & Chateaux en la plaza de San Mateo, el primer hotel de cinco estrellas de la ciudad. Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla son hoy dos de los arquitectos más prestigiosos de España, aunque ellos lo llevan con sencillez. En esta entrevista, responden como trabajan: dos que son uno.

--¿Qué supone el proyecto del Atrio Hotel para su trayectoria profesional?

--Es la oportunidad de trabajar en un nuevo territorio, un nuevo programa, y sobre todo, compartir el trabajo con dos personas tan interesantes como Toño Pérez y José Polo.

--¿Y qué significará para Cáceres y su ciudad monumental?

--Lo importante no es lo que significará para la ciudad, sino lo que significará para sus ciudadanos, porque pensamos que dará vida al centro histórico, acercándolo a las personas de Cáceres, como un símbolo de su futuro posible: un futuro optimista.

--¿Qué sentimiento o emoción buscan provocar?

--En el exterior, casi pasar desapercibidos, que el edificio se vea como una casa fuerte más del recinto histórico. En el interior, un lugar para soñar.

--¿Hay una parte de intimidación a la hora de idear un edificio en un entorno como el casco histórico de Cáceres? ¿Cómo hacer para que la arquitectura contemporánea no choque con la de hace siglos?

--Cada proyecto tiene su dificultad, ninguna es mayor que otra. Los cascos históricos deben ser realidades vivas, en los que las intervenciones tienen que encontrar un equilibrio de convivencia confortable: y tanto el nuevo edificio como la ciudad deben estar cómodos.

--¿Cómo entienden que deben ser las intervenciones en los cascos históricos?

--Respetuosas, que casi no se reconozcan, excepto por aquel que lo mira con más atención, y entonces descubre bajo el paisaje de lo tradicional, los signos, los pequeños mensajes, los matices que hablan de nuestra época.

--¿Con qué elementos o ideas han trabajado para concebir este proyecto?

--En el interior, el edificio vuelve a dar forma moderna a conceptos de la tradición: la casa fuerte se desenvuelve en torno a un patio, pero un patio moderno, con forma de caleidoscopio.

--Han comentado que hay una cierta inspiración o relación del proyecto del hotel con la cocina de Atrio. ¿En qué sentido?

--La construcción tendría que ser como la cocina de Atrio: una cocina con raíces en su tierra, en la tradición, pero que no renuncia a ser contemporánea.

--¿Ven este proyecto como un ejemplo de mecenazgo actual?

--En cierto modo, sí. Atrio es un catalizador turístico, un referente nacional e internacional de la mejor restauración contemporánea. Y el edificio no está pensado sólo para servir a sus intereses, sino a toda la ciudad, y por ello se muestra como una torre que quisiera completar la plaza de San Mateo, en la tradición de aquellas construcciones que, más allá de sus necesidades, quisiera sobre todo hacer plaza y hacer ciudad, en la mejor tradición de los mecenazgos de la historia.

--¿En qué casas viven, se las han hecho ustedes, cómo son?

--Vivimos en casas que nos hemos arreglado, pero que ya existían... son casas funcionales.

--¿Son los arquitectos de museos ?

--No nos gustaría limitar nuestra actividad a un programa excluyente... Hoy somos los arquitectos de Atrio.

--¿Qué características tienen sus museos que los hacen proclives a premios y encargos?

--Todos los encargos que hemos tenido, hasta ahora, provienen de concursos que hemos ganado. Y en realidad sólo hemos construido por ahora seis obras: el museo de Zamora, las piscinas cubiertas de San Fernando de Henares, el museo de Castellón, la biblioteca regional y el archivo regional de la Comunidad de Madrid y el MUSAC de León. Lo importante no son los premios, sino trabajar a gusto, y que los demás queden contentos.