Luis María Alonso pasará parte de las ferias de San Fernando tras el volante de uno de los autobuses que cubre el trayecto entre la avenida de Alemania y el recinto ferial. El tiempo de ocio... también será en la feria.

--¿Debe dar un poco de envidia estar trabajando mientras la ciudad está de fiesta?

--La verdad es que sí, pero cuentas con ello. Estaré en el turno de noche de jueves a sábado, de once de la noche a seis de la mañana. Somos un grupo amplio y vamos rotando. Yo suelo hacer seis noches al mes.

--El turno de noche será el más complicado...

--Comparado con el día, sí. Pero comparado con las noche de un fin de semana, no. En feria tenemos apoyo permanente de la policía que vigila el ferial, que es donde se suelen producir problemas, mientras que en los fines de semana, no. Llamas tú si tienes un problema.

--¿Y esos problemas son frecuentes?

--No es lo habitual. Es cierto que la gente que llevas a la feria, a las seis de la mañana no es la misma... pero lo más común es que no encuentre el dinero para pagar, o que se quede alguien dormido en el autobús.

--Vamos, que le ha tocado despertar a más de uno...

--La verdad es que sí, si me doy cuenta, claro.

--¿Y después de bajar del autobús le quedan ganas de pasearse por la feria?

--Tengo tres hijos, así que aunque trabaje por la noche, a la tarde siguiente me voy con ellos un rato. Pero voy por ellos, porque reconozco que no me gusta demasiado el ambiente de feria. No estoy acostumbrado porque en mi pueblo, Pinofranqueado, la feria es otra cosa.

--¿En qué sentido?

--Menos andaluz, sin casetas. Son en agosto y septiembre, y lo que se hacen son verbenas en la plaza.