Casi cinco años ha tenido que vivir bajo sospecha un padre cacereño que en el año 1999 fue acusado de abusar sexualmente de su hija de tan sólo dos años y medio.

Ayer, después de años de procesos judiciales, recursos y contrarecursos, su pesadilla terminó. Fue absuelto de tan grave delito por la sección primera de la Audiencia Provincial y se proclama, de forma definitiva, su inocencia.

La singularidad de este caso lo presenta el hecho de que hasta llegar esta sentencia, hoy ya firme y por la que este padre se ve libre de tan grave acusación, éste ha tenido que soportar años de procesos judiciales y hasta dos juicios.

UN LARGO PROCESO Todo comenzó en septiembre de 1999, cuando le acusó su exmujer de abusar de su hija.

Así, se encontró bajo sospecha, en un primer momento, durante más de un año, concretamente hasta que el Juzgado de lo Penal, el 30 de diciembre del 2000, dictó sentencia absolutoria. "No consta suficientemente acreditado que los hechos ocurrieran del modo que los relata la niña", consta en el fallo, que recoge: "Debo absolver libremente a... de los dos delitos de abuso sexual de los que venía siendo acusado".

Este padre respiró, pero fue por poco tiempo, ya que la acusación particular --ejercida por la madre de la menor-- presentó un recurso de apelación al que se sumó el Ministerio Fiscal. La sección segunda de la Audiencia Provincial estimó el recurso y dictó sentencia condenatoria el 6 de abril del 2001.

El acusado volvía de nuevo a su calvario al ser considerado culpable de abusar de su hija y condenado por dos delitos de abuso a cuatro años de prisión.

Le constaba una sentencia absolutoria y otra condenatoria. El seguía proclamando su inocencia y decidió acudir al Tribunal Constitucional, que estimó su demanda y por sentencia de 27 de febrero del 2003 declaró la nulidad del fallo de la sección segunda de la Audiencia y resolvió la necesidad de un nuevo proceso y una nueva sentencia.

El pasado día 11 la sección primera de la Audiencia celebró un nuevo juicio, y el día 19 dictó sentencia en la que se confirma la del Juzgado de lo Penal. Definitivamente se le ha declarado inocente.