La Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Cáceres propuso ayer la adjudicación de la contratación de la primera fase de las obras de la Casa de Cultura Rodríguez Moñino a la empresa Redman (Man Consulting SL) por importe de más de 200.000 euros. La empresa adjudicataria contratará a unos ocho trabajadores. La actuación forma parte de los proyectos del Fondo Estatal de Empleo Local.

El concejal de Infraestructuras, Miguel López, se congratuló del inicio del proyecto, que deberá estar concluido en un periodo de siete meses. Estas obras se unen a las que ejecuta la Junta de Extremadura en la cubierta del edificio. Las aprobadas ayer suponen la construcción de una escalera y un ascensor, así como el drenaje del auditorio exterior, la adecuación de la biblioteca, del salón de actos y de las aulas de danza y canto, además de la renovación de los revestimientos interiores y de los espacios de distribución y comunicación.

Igualmente se renovará la instalación eléctrica (incluye equipos de alumbrado y luminarias), que se dividirá en sectores para ahorrar energía. López recordó que estas actuaciones resolverán la adecuación del centro a las exigencias del reglamento de accesibilidad y a los requisitos de evacuación de la normativa de protección frente a incendios. Asimismo, el edil señaló que el proyecto solventa muchas de las condiciones de seguridad, de las que este edificio municipal carecía.

QUEJA VECINAL La satisfacción del concejal contrasta con las quejas vecinales. Al menos así se expresó su representante, Gregorio Talavera, presidente de la asociación de vecinos, quien dejó claro que las mejoras en la Rodríguez Moñino son un bien para el conjunto de la ciudadanía al tratarse de un edificio municipal, pero no una mejora exclusiva para Llopis Ivorra. "A Llopis no le han dado un solo euro", dijo un indignado Talavera, que recordó el mal estado de las pistas deportivas --"están abandonadas", aseguró--, los problemas de saneamiento, de asfalto y la situación de las calles: "Están horrorosas", zanjó.