"Excesivamente halagado". Así manifestó ayer sentirse el presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), Wenceslao Olea Godoy, tras recibir la Cruz Distinguida de Primera Clase de San Raimundo de Peñafort, que le ha concedida el Ministerio de Justicia en reconocimiento a su labor y trayectoria profesional.

Aunque satisfecho y agradecido, Olea Godoy mostró su consideración de no ser merecedor del premio, "pues aunque es cierto que he trabajado mucho, con entrega y vocación, también es cierto que lo he hecho con mucha satisfacción", aseguró.

Por su parte, el presidente del TSJEx, Julio Márquez de Prado, que calificó a Olea Godoy de persona "muy admirada", así como de "buque insignia de la jurisdicción de lo contencioso-administrativo", advirtió que la distinción, que le fue impuesta al magistrado por la consejera de Presidencia, Casilda Gutiérrez, en un acto al que asistieron numerosas autoridades judiciales, miembros de la judicatura y la carrera fiscal, los decanos de los colegios de abogados..., "no es un regalo, es un premio, una recompensa a una vida profesional fecunda e intachable".