La ciudad de la Costa del Sol quiere explotar al máximo su carácter mediterráneo y su carácter cosmopolita, nacido del pasado fenicio y el cruce de culturas nacional, internacional y local. Con el Museo Picasso como principal baluarte cultural y alternativa a las playas, Málaga se postuló después de su vecina Córdoba, con polémica incluida, convirtiendo a Andalucía en la única comunidad que presentará dos candidatas al título europeo.