Residentes del R-66 han presentado ante el ayuntamiento y la Consejería de Fomento un escrito con medio centenar de firmas, y avalado por la asociación de vecinos, en el que solicitan la instalación de pantallas acústicas que absorban en lo posible el ruido ocasionado por la ronda norte. Los vecinos insisten en que sólo están reclamando lo que se les prometió antes de que se iniciasen las obras y que después se recogió en el proyecto.

Según denuncian en su escrito, las pantallas que se han colocado están formadas por coníferas sin la altura reglamentaria, la mayoría "ya están secas" y las que hay "tardarán en crecer". Sobre los olivos que hay junto a la vía, se recuerda que no son "adecuados para reducir los actuales niveles acústicos por su baja altura". De las moreras se destaca que al ser de hojas caducas no reducen el impacto acústico durante "la mayor parte del año".

Los residentes insisten en que "una correcta pantalla vegetal" contra los ruidos no tiene nada que ver con la que se ha colocado, ya que requeriría de arbustos de entre 4 y 4,5 metros de alto y además se deberían dejar treinta metros de separación entre la carretera y la arboleda. Y denuncian que el folleto de publicidad que se repartió en la inauguración de la ronda, el pasado 6 de octubre, contenía "publicidad engañosa" porque en su apartado de integración ambiental se decía literalmente: "disposición de pantallas arbóreas densas para reducir ruidos" y su impacto.

En el escrito presentado por los vecinos se advierte de que los ruidos superan los niveles de decibelios marcados por la Organización Mundial de la Salud, y se informa de los riesgos para la salud de las personas que residen junto a la ronda. Además se insiste en que no se respetan los límites de velocidad que hay establecidos para esta vía.