El juzgado condena a dos años de prisión al acusado de maltratar de manera habitual a su mujer, con la que lleva casado 47 años. Según ha probado el juez desde el inicio de la relación ha mantenido una actitud violenta y dominante hacia su esposa y con frecuencia le propinaba «golpes, bofetadas, empujones y tirones de pelo». El acusado profería a su mujer expresiones vejatorias como «eres un zarrio, puta, hija de puta o no vales para nada». Por estos hechos el juzgado le condena a dos años de prisión y a tres de alejamiento.