El comité municipal por la sequía optó ayer, tras reunirse durante casi dos horas, por acometer una obra de emergencia en el trasvase de Almonte para garantiza el bombeo al Guadiloba que consistirá en sumergir a mayor profundidad las cuatro bombas operativas para poder tomar agua. La decisión fue dada a conocer por el concejal de Mantenimiento, Joaquín Rumbo, y Gerardo Díaz, gerente de Canal de Isabel II, empresa responsable del abastecimiento de agua a la capital cacereña y que también da servicio a Malpartida de Cáceres y Sierra de Fuentes.

La solución de instalar las bombas de impulsión de agua a una cota inferior se impuso a la de colocarlas en el centro del Almonte en una plataforma flotante por tiempo y dinero, además de por otros inconvenientes técnicos. En sumergir a mayor profundidad las bombas actuales se tardaría entre uno y dos meses, mientras que la segunda opción supondría al menos cinco. El coste de la primera medida, según anunció ayer Canal de Isabel II, oscilará entre los 250.000 y 350.000 euros y será costeada por el ayuntamiento, aunque se pedirá ayuda a otras administraciones como la Junta y el Gobierno central a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Según explicó el concejal Joaquín Rumbo, el primer paso para iniciar esta actuación será "la contratación urgente" de un equipo de buzos para determinar las condiciones en las que está la profundidad del Almonte con el fin de poder colocar unas bombas móviles en el fondo del río, conectadas mediante un rail móvil. Rumbo puntualizó que esta actuación se llevaría a cabo "siempre que las condiciones de profundidad lo permitan". Canal de Isabel II precisó que los trabajos de los buzos podrían iniciarse a finales de esta misma semana en el Almonte.

IGUAL CALIDAD Díaz afirmó también que la calidad del agua no variará si se toma de una cota inferior en el Almonte, ya que ésta pasa por la planta de tratamiento como el resto. En cuanto a la cota hasta la que podrían bajar las bombas del Almonte, el gerente de Canal precisó que no podía dar este dato porque desconoce lo que hay en la profundidad del río.

Por otro lado, Rumbo, volvió a insistir ayer en que el abastecimiento de agua no sufrirá restricciones en el caso de que el trasvase desde el Almonte vuelva a interrumpirse y hagan faltan entre uno y dos meses para realizar una obra de emergencia. "Hemos estudiado esa posibilidad, pero de momento está totalmente descartada. Sería contraproducente", subrayó.